Abriendo alas, brechas y sentidos
Viajar por los distintos estados de la república mexicana, abre un abanico de oportunidades para adentrarse en su historia, su cultura, su gente; conocer datos biográficos e históricos de personalidades que hicieron posible gozar de las garantías y derechos que actualmente poseemos; recorrer sus calles, respirar el aroma del recuerdo, sentir a México a través de los sentidos, adentrarnos a las maravillas naturales de los escenarios geográficos, con su flora y fauna que lo conforman, así como a la arquitectura, diseño y folclore que distingue cada uno de sus pueblos y ciudades.
En esta ocasión, fuimos invitados por la Coordinación Estatal de adultos mayores, para realizar un recorrido por la ciudad metrópoli de México, Puebla, Veracruz y Michoacán; visitando algunos de sus sitios emblemáticos, compartiendo, aprendiendo y gozando de los paisajes, de su gastronomía y el calor de su gente.
Este viaje se conformó por cerca de un centenar de adultos mayores provenientes del estado de Chihuahua, en su gran mayoría mujeres, algunas amas de casa, otras aún activas en sus trabajos o personas jubiladas de distintas dependencias. Quienes nos dimos la oportunidad de aceptar la invitación a esta travesía, nos hicimos acreedores a una magnífica experiencia de viaje compartido, donde no solo se visitan sitios específicos, sino que se tejen y fomentan lazos de camaradería y compañerismo entre los integrantes.
Cada lugar tiene sus propias particularidades y belleza que los distingue; iniciamos con la visita a las pirámides de Teotihuacan, portando vestimenta blanca para absorber la energía proveniente de años de historia y cultura de nuestros antepasados; seguidamente, nos trasladamos a la ciudad de México, caminando por la zona céntrica, admirando sus edificios, la multiculturalidad y gran cantidad de personas que concurren por sus calles; visitando además el zócalo, catedral y la basílica.
La siguiente parada fue en la emblemática ciudad de Puebla, deleitando el paladar con su magnífica cocina, admirando sus plazas y la belleza circundante del entorno.
Seguidamente, fue en Veracruz, uno de los puertos comerciales marítimos más importantes de México, que cuenta con hermosas playas, donde pudimos gozar de un excelente clima al recibir el abrazo cálido del mar.
Entre el recorrido programado, visitamos la ciudad turística de Catemaco Veracruz, trayecto acompañado por una vista espectacular, con campos verdes y arboles cubiertos en flor. Hicimos una travesía por el lago que lleva su mismo nombre, fue un regalo especial para el cuerpo y alma; gozar la vista de esos escenarios naturales, respirar el aire puro, beber agua mineralizada, observar de cerca a los monos y changos, las aves, lagartos y otras especies; una visita guiada por la selva y no podía faltar, el encuentro con una curandera que se dedica a hacer limpias, ofrecer curas y remedios para dolencias de cuerpo y espíritu.
Las narraciones de los guías fueron precisas y acertadas, sin embargo, se percibía en el aire un tono de misticismo y respeto, al nombrar a brujos, hechiceros y curanderos, que de todos es sabido, se concentran en esa área y en determinadas fechas efectúan ritos ceremoniales, algunos con sacrificios de animales; relatos, que añadieron un toque de asombro y expectación al trayecto.
La finalidad al compartir este escrito, es reafirmar primeramente, el agradecimiento por la vida y la multiplicidad de oportunidades y bendiciones recibidas, por tener la suerte de haber nacido en un país libre, bello y con esa riqueza cultural que le imprime un sello distintivo de unicidad; por las personas con las que he tenido la oportunidad de convivir y el poder expresar de forma oral y escrita este testimonio, a sabiendas de llegará a muchos lectores, quienes hacen posible que mis aportaciones cobren vida y relevancia.
Maestra Cuquis Sandoval Olivas
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