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domingo, 27 de febrero de 2022

Con aroma de café

https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-vida-con-aroma-de-cafe-7909583.html

 
“La amistad es como el café, una vez frío nunca vuelve a su sabor original, aun si es recalentado”
 Kant 

    Una de las series de Netflix que recién atrapó mi atención desde el título es “Café con aroma de mujer”, una producción relativamente nueva (2021), con una sola temporada que consta de 92 episodios con 45 minutos de duración. Sus protagonistas son Laura Londoño y William Levy, y su acción se desarrolla principalmente en el Eje Cafetero, que desde 2011 se convirtió en Patrimonio Cultural de la Humanidad por las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por ser una región geográfica, cultural, económica y ecológica. 

     Esta producción envuelve una gama de emociones, al contemplar los sembradíos de café y reconocer las distintas fases que involucra su producción, desde la ubicación del espacio para su cultivo, que presente las características climatológicas adecuadas, la preparación de la tierra, conseguir la mejor semilla, su siembra, cuidado, amor, tiempo y dedicación durante a su desarrollo, la paciencia y conocimiento necesario para seleccionar los granos maduros cuando es tiempo de recolección, el almacenaje con la temperatura adecuada, el proceso de moler, empaquetar y llegar al alcance del paladar del público consumidor. Estos acontecimientos me hicieron pensar los procesos que llevan cada uno de los alimentos y objetos que utilizamos en el diario vivir, y la importancia de las personas que ponen corazón, manos y voluntad para hacerlo posible. 

    De tal forma, que me reconozco como una amante incondicional de esta deliciosa y aromática infusión, por lo que me remití a indagar un poco al respecto, encontrando que este ha tenido una larga travesía desde África, donde es originario el cafeto, pero fueron los árabes los primeros en extraer los granos y preparar esta bebida, en 1718 llegó a la colonia holandesa de Surinam, después a Brasil, Jamaica y a muchas partes del mundo donde las condiciones climatológicas brindan el escenario perfecto para su cultivo, convirtiéndose además, en un producto indispensable en la canastilla básica del consumidor. En México, se encuentran grandes cafetales en los estados de Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Puebla la y Guerrero, figurando entre los 10 países productores y exportadores de café en el mundo. En los supermercados se encuentran varias marcas nacionales e internacionales, con su presentación en grano o molido, a través de su olor, invitan al público a llevar ese producto a la mesa familiar y deleitar a los integrantes con su infusión.

     Los restaurantes y tiendas de autoservicio, ofrecen hoy en día una gran variedad de sabores, cuyo aroma enaltece los sentidos porque se ubica entre dulzón, salado, amargo, agregando, además, que, al probarlo, la consistencia adecuada es un elemento indispensable que agrega sabor y tonalidad. 

     Este aroma me remite a la historia familiar, a la casa de la abuela y de mamá, donde había una jarra azul de peltre humeante sobre la estufa de laña, lista para ser colada y vertida en una taza, agregando leche recién ordeñada y endulzado con piloncillo, además de unas rajas de canela que agregaban un sabor inigualable a la mezcla. Era la bebida que acompañaba nuestro lonche, cuando pasábamos el día lavando ropa en el río. Actualmente, una taza de café es mi primera acompañante por las mañanas; la llevó hasta mi escritorio y entre sorbo y sorbo, empieza mi lectura y producción literaria. Es, además, un buen café, quien da la bienvenida a familiares y amistades; quien nos acompaña en reuniones de trabajo, de tertulias o simplemente de diálogo y convivencia. Y como dijo el compositor de ópera italiano Giuseppe Verdi: “El café es un bálsamo para el corazón y el espíritu”. 

Animales en peligro de extinción. (72,73)

viernes, 18 de febrero de 2022

Existo, luego pienso

https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-vida-existo-luego-pienso-7877118.html

Existo, luego pienso

“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”.

Jorge Luis Borges

Hablando metafóricamente, entendemos que a nuestra llegada al mundo se nos otorga un libro con las páginas en blanco, mismo que será utilizado tan pronto se desarrolle el hipotálamo y el lenguaje juegue un papel preponderante en la instalación de la memoria y el recuerdo. 

Los eventos entre más significativos y profundos, se dice que permanecen como memoria episódica, otros, se van reinstalando por medio del diálogo, cuando nuestra madre o familia cercana nos hace partícipes de esos sucesos, donde la imaginación como receptor juega un papel preponderante, así como la relación con los conceptos conocidos.

Cada 365 días agregamos un año más a la cuenta o restamos uno a la línea finita de vida; damos vuelta a la página donde escribimos ese libro personal que involucra además a las personas y contexto con el que convivimos y nos desarrollamos.

En la medida que ganamos años, nos damos cuenta de la fugacidad del tiempo, del cambio vertiginoso de las estaciones y de la poda que hace nuestro cerebro, perdiendo miles de recuerdos.

Hay eventos que van quedando difusos, con huella superficial que no permiten la sinopsis, otros, utilizan tinta tan endeble que resurgen como instantáneas que van tomando forma y color; pero, requieren el ojo introspectivo que acomoda los fragmentos hasta convertirlos en una secuencia de datos e imágenes que encuentran significado en el devenir del tiempo.

No se trata de la precisión de esos recuerdos, sino el saber que están ahí a nuestra disposición, porque estos, nos conectan con la otredad y le dan sentido a nuestra esencia y vivir.

Esa relación de las emociones nos permite coexistir, compartir y entender a los demás, es por esto que nos congratulamos con la dicha y logros ajenos, nos afligimos con sus tristezas y desarrollamos la empatía y solidaridad hacia los demás.

El ser humano ha tenido una evolución sorprendente, el conocimiento avanza a pasos agigantados y mucho de lo que era un enigma, como el estudio del cerebro, hoy se presenta como un abanico de descubrimientos y oportunidades; la ciencia se basa en la observación y respuesta a las preguntas, pero en la medida que avanza, nuevas interrogantes van llenando los espacios, abriendo nuevas aristas.

Para entender al mundo, es necesario acercarse al conocimiento y comprensión de la historia, situarse en los contextos descritos y tratar de buscar explicaciones lógicas a los acontecimientos. El libro de mamá, fue trasmitido de forma oral, en esas largas noches de arrullo maternal, se vertían las confidencias, recuerdos de su infancia, juventud y madurez, que nos permitieron como familia, ir reconstruyendo sus retazos de vida, conocer a su padre y otras personas con las que no coincidimos en el mundo terrenal, y, sobre todo, ahora que ella no está, esas memorias son el andamio seguro donde transitan nuestros recuerdos para no permitir que su imagen se diluya.

Como escritora de este libro que se me confirió como regalo de nacimiento, estoy consciente que se convertirá en una herencia que será leída e interpretada por otras generaciones; siento el deber moral de describir con lujo de detalles lo que estoy experimentando, los avances y retrocesos que observo, el mundo circundante a mi alrededor y las múltiples oportunidades que poseo, de utilizar la narrativa para incidir y dejar mi legado en la memoria colectiva.

A más años, más prisa de aprisionar el recuerdo, de sentar las bases y plataformas de mi existir, alimentar el intelecto, para no permitir que las nubes del olvido se instalen en este cerebro mío. Bien lo dijo Oscar Wilde, “Si nunca se habla de una cosa o persona, es como si nunca hubiese sucedido”.


 

 

 

viernes, 11 de febrero de 2022

Hermanos

 https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-vida-hermanos-7846073.html

Hermanos

De acuerdo a la etimología, hermandad, representan los lazos de sangre, parentesco directo por ambos padres o solo uno; sin embargo, estos conceptos suelen utilizarse en distintos escenarios con significados disímbolos, por ejemplo, con relación a los nexos de unión y fraternidad que se van tejiendo en diversos grupos, ya sean religiosos, políticos, sociales o comunitarios que comparten metas, objetivos y sueños en común.

En esta ocasión, hago referencia al significado personal que he ido construyendo a lo largo de mi existencia. No existe la necesidad de usar un diccionario, ni acudir a lecciones o explicaciones al respecto; basta con hurgar en lo recóndito de los recuerdos e ir permitiendo que emerjan a la superficie, ataviados con ese halo distintivo y condimentados  con el aroma del hogar;   ahí, se compartió techo, alimento y educación familiar, esa que no necesita libros ni palabras, solo acciones cotidianas que, aun careciendo de explicación lógica y escrutinio de razón, nacen, crecen, se experimentan, fluyen por los poros y se traducen en miradas, gestos y acciones que dicen más que las palabras y se convierten en plataforma de desarrollo del carácter y personalidad de quien las experimenta.

Un hermano es esa persona que crece al lado, con quien se comparten secretos, aventuras, ilusiones y también dolores y desengaños; es el hombro en el que se puede recargar y aligerar las penas, angustias, miedos; es el oído confidente que escucha con empatía buscando retroalimentar con la palabra justa y el consejo preciso; el abrazo que abre el ángulo perfecto y necesario para recibir y confortar, cerrando con las manos sobre la espalda, con la aprensión  suficiente para infundir confianza y seguridad, trasmitiendo calor, energía y fuerza, además de sincronizar con los latidos del corazón. 

Es la persona que trabaja por el bienestar común, dejando a un lado la individualidad y egocentrismo, con quien se comparten fragmentos de vida entremezclados con lágrimas y risas, sazonados con el perfume de historias generacionales que brotaron de los labios de la abuela y de mamá, y que hoy, se reconocen como raíces que siguen dando sustento y savia al árbol de la vida.  

Los hermanos son regalos que llegan en el momento y cantidad precisa, los hay mayores y menores, todos y cada uno contribuyen con su aportación; son generadores de protección mutua, de complicidad y despliegue de valores, que aportan a la calidad de vida personal, familiar y comunitaria.

Mis hermanos son arte, traducidos a imágenes que un pintor puede plasmar en el más bello lienzo y arcoíris de color; son poesía, versos inconclusos que escribimos en conjunto cada día; son la melodía, que busca incansable el ritmo y armonía; son historia, producto de lazos generacionales que han aportado para escribir y reconstruir el libro de nuestra vida; son sueños, esperanzas compartidas, ideales esparcidos en el horizonte en búsqueda de la utopía. Son ramas del mismo árbol que se expanden con alegría y aun en tiempos adversos, vuelven a florecer esparciendo su semilla.

Ellos son cimientos, fortaleza, puertos seguros donde se puede anclar y descansar cuando la tempestad y nubes negras asechan nuestro caminar; se representan por el sol y la luna que a veces brillan con intensidad, otras, esconden su presencia, pero están presentes en el transitar; son guías, mano firme, sonrisa que alienta y cautiva; representan ese cordón umbilical que no se corta con el nacimiento, sino que sigue uniendo y alimentando sin cesar.

Gracias por y a mis hermanos, todos y cada uno son parte inherente de mi personalidad; son música sonora, alegría y amor, agradecida por su presencia hasta la eternidad.

 


martes, 8 de febrero de 2022

Revista Clan Kütral (Págs. 20,21)

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viernes, 4 de febrero de 2022

Libro el amor de un padre



<a href="https://www.goodreads.com/book/show/58903208-
Al leer una reseña sobre este libro hice hasta lo imposible para conseguirlo, fue una lectura de cuatro momentos, porque en la medida que avanzaba no quería dejarlo. Un médico cirujano cardiólogo que queda al frente de su bebé al morir su esposa en el parto; posteriormente muere su padre y le sigue su madre. Una serie de duelos escalonados que permiten reconocer el sufrimiento y de alguna manera participar de este, ya que como seres mortales todos hemos enfrentado pérdidas. Julio Piña nos lleva de la mano, con una escritura fácil, donde los narradores adquieren el protagonismo y dan su visión y perspectiva de un mismo evento.

A propósito de la pandemia

Foto tomada de la página de Gobierno de Parral (2022) 

A propósito de la pandemia
     El año 2020 ha sentado un antes y un después en este mundo globalizado, abrió un parteaguas para reconocer la frágil línea que separa la salud de la enfermedad y de percatarnos de la cercanía con la muerte como compañera inseparable de vida; aprendimos que nada es estático y que sin importar condición social, raza o edad, un virus microscópico tiene el poder destructivo para tambalear los sistemas políticos, económicos y científicos; puede viajar a través de los continentes con el ropaje de la invisibilidad, penetrando silenciosamente en los cuerpos y destruyendo en su camino lo más preciado que tenemos que es la salud y la vida. 
    Ante ese umbral de conciencia, hemos ido adaptándonos a los cambios, teniendo como huéspedes especiales al miedo y la incertidumbre. En primera instancia hubo desconcierto, en algunas personas predominó la incredulidad, culpando a los medios masivos e incluso a gente determinada por estar sembrando el pánico en la sociedad; en otros casos, se abrió un escenario para promover remedios y recetas mágicas que no permitirían la invasión del virus al organismo y lamentablemente también hacen su aparición, quienes lucran con la desesperanza y el dolor ajeno, haciendo crecer su negocio con la venta de remedios alternativos, pruebas de Cóvid y medicamentos. 
    Como todo cambio, primeramente, fue necesario la adopción escalonada de tomar conciencia y comprensión a nivel personal, y de ahí, los comportamientos fueron trascendiendo al seno familiar, comunitario y global, como el hecho de usar mascarilla, limitar la convivencia y asistencia a eventos sociales y los cambios drásticos de costumbres como el saludar de mano, con abrazo y beso en la mejilla. A medida que el índice de contagios y de mortandad fue creciendo, la conciencia se fue expandiendo, así como el avance de las investigaciones científicas al respecto, encontrando un panorama sombrío al paso.
     Las estadísticas al orden del día, dando cuenta de los números de contagios y decesos, a nivel local, estatal, nacional y mundial; datos que, a la vez, han ido edificando una plataforma de conocimiento sobre los índices de aumento y decremento de contagios, el número de decesos y tablas comparativas que, al ser traducidas en un semáforo estatal, van marcando las pautas a seguir. Con las vacunas y refuerzos, aparece también la esperanza de volver a la normalidad, concepto que ha sido muy discutido por diversos especialistas, y que ha sido puesto en tela de juicio por la aparición de nuevas variantes y mutaciones, como el caso de Ómnicron, cuyo nivel de contagio ha superado a la variante Delta.
     A dos años de esta pandemia, son muchos los cambios que se han adoptado a la vida diaria y que según los expertos, ya forman parte de la nueva normalidad, como el hecho de seguir practicando la sana distancia, uso de cubrebocas y gel antibacterial; existe una hipocondría social, queremos estar más saludables, cuidando nuestros hábitos y reforzando el sistema inmunológico; se constata la exigencia de un pasaporte de inmunidad; «quienes se vacunaron con Cansino, no pueden cruzar la frontera E.U.A.»; el trabajo desde casa abrió las puertas a una nueva fuerza laboral; se expande la brecha digital, «cada día más personas de la tercera edad aprenden a comunicarse por las redes sociales»; crece el comercio en línea; las citas médicas, los maestros de distintos niveles educativos aprenden nuevas estrategias para trabajar con sus alumnos, entre otros cambios que sería imposible numerar en este espacio. 
    Termino con una cita del periodista Antonio Navalón: 
     "El primer cambio geopolítico es mental e individual, es saber y aceptar que los         milagros no nos devolverán un mundo que ya no existe y que el que hay que             construir es uno sobre valores como son sociedades libres y fuertes"