Consejos para quien gusta de escribir

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Consejos para un escritor

El hecho de ocupar parte de mi tiempo escribiendo sobre diversos temas y géneros literarios me ha enseñado que la musa de la inspiración es un concepto idílico. No es posible esperar a que llegue en forma espontánea, sino que es necesario trabajar con ahínco desmesurado sobre ello. Primeramente, es menester aprender a observar lo que gira a nuestro alrededor tanto objetos como sujetos, cualquier hecho puede convertirse en foco detonador de un escrito. 

    Recientemente leí el libro “Cartas a un joven poeta” del poeta y novelista austriaco Reiner María Rilker, quien responde a un poeta después de leer sus producciones: 

 …Describa sus tristezas y sus anhelos, sus pensamientos     fugaces y su fe en algo bello y dígalo todo con íntima,     callada y humilde sinceridad. Valiéndose para expresarse     de las cosas que le rodean, de las imágenes que pueblan     sus sueños… Si su diario vivir le parece pobre, no lo        culpe a él. Acúsese a sí mismo de no ser lo bastante         poeta para lograr descubrir y atraerse sus riquezas…

    El arte de escribir conlleva dedicación, tiempo, esfuerzo, perseverancia, ejercitación y conocimiento, esto es, que no solo se atiende la intuición y deseo de hacerlo, sino que es necesario el consejo y orientación de otras personas más diestras, de tal manera, que los talleres literarios se convierten en una opción viable para estar en constante renovación y aprendizaje. 

    Otra de las facetas imprescindibles consiste en ser un lector asiduo que logre sumergirse en otras culturas y contextos, para luego, expresar con la palabra escrita, el sentir de los personajes, dando vida y palabra propia a los escenarios que atrapó su memoria tras la lectura propuesta.

 

    Hace un tiempo tomé un curso denominado “cualquier texto es un pretexto”, y como su nombre lo indica, el abanico de opciones que el lector le brinda al texto, depende de la creatividad, enfoque y cobijo con que se reciba. El vuelo de la escritura es infinito, así como las posibilidades que el escritor aborda al crear, están las de expansión y crecimiento que cada persona le brinda al leerlo. 

    Hoy en día, hay muchas facilidades para ejercitar este arte de escribir, basta buscar en el Google algunas plataformas que brindan cientos de ejercicios basados en detonantes de escritura, algunos parecen tan sencillos a simple vista, que después de leer las distintas participaciones de quienes atienden estas encomiendas, causan sorpresa y asombro, por el camino donde encauzan la idea principal, desarrollando tramas de distinta índole. 

    Así, desde esta humilde perspectiva de quien escribe, me permito aconsejar a quien sienta esa pasión por plasmar en letras sus vivencias, sueños, ficciones o creaciones poéticas, que no desmaye en su empeño, que insistan y perseveren en esa búsqueda utópica, donde el premio consiste, primeramente en la satisfacción personal, y así, en ese sendero de palabras, se sigue aprendiendo, creciendo como ser humano, abriendo canales de comunicación y dejando huellas imborrables que alguien más podrá leer y compartir en el presente y futuro.   

Maestra Cuquis Sandoval Olivas 

Afrodita

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Afrodita

Este nombre remite el pensamiento a la mitología griega, lugar donde se funden el paraíso celestial y terrenal, en un olimpo de dioses con poderes especiales que los distingue del resto y los hace únicos. Pues bien, ese es el origen de la diosa del amor, mujer de belleza inigualable, que atrapa la atención de las miradas, cautiva los corazones y despierta la envidia y el deseo a su alrededor. 

    La escritora chilena, Isabel Allende, se distingue por el ingenio prolífero de su pluma, su capacidad intelectual y bagaje cultural para abordar distintos temas universales, otorgando sentido y caracterización a personajes tanto de la vida real como ficticios.

    Su historia personal y familiar ha servido de plataforma de arranque para escribir novelas que se han convertido en favoritas del público hispanoamericano y de otros continentes, ya que han sido traducidas a más de treinta y cinco idiomas y ocupan un lugar preponderante en la venta de sus ejemplares. 

    Como madre, vivió la más cruel de las tragedias con la enfermedad y muerte de su hija “Paula”, dolor volcado en el libro que rescata su historia y lleva su nombre. Isabel comenta que su existencia perdió el color y se vistió de tonalidades grises, por lo que al empezar a soñar otra vez con la comida y desear saborear estos manjares vistos en sus sueños, supo que estaba saliendo del túnel del duelo y se dio la oportunidad de volver a disfrutar, los placeres que la vida nos brinda a través de los sentidos. 

    El libro de Afrodita, contiene trescientas diecisiete páginas, ocho capítulos divididos en subcapítulos, con una introducción que da cuenta de la riqueza del contenido, porque aborda los placeres de la comida y su asociación con los sentidos. En sus carillas, tan pronto se encuentra una suculenta receta, con la descripción detallada de ingredientes, cantidades y preparación requerida, como con la vinculación que el olfato, gusto, tacto, vista y oído tienen en común con el deleite de cada uno de estos. 

    Su lectura es ágil, no exenta de picardía, dibuja sonrisas en el rostro y brinda referentes obligatorios para la investigación y profundización sobre las temáticas descritas. Aborda nombres, personajes, lugares, leyendas, mitologías y autores específicos, que, a su vez, dieron referencia y sustento a su obra.

    La cocina se retrata desde diversas épocas y culturas, realzando el sabor, la calidad nutritiva y, sobre todo, el aspecto excitante de esta sobre los individuos y las distintas culturas y contextos y el cómo se ha desarrollado a través del tiempo. Define la palabra afrodisíaco como “… cualquier sustancia o actividad que aguijonea el deseo amoroso” explicando la relación existente entre comida, sexo, celebración, ritos, entre otros. 

    Invita a incursionar en el conocimiento de los ingredientes principales que se utilizan en su preparación: carne, verduras, vegetales, frutas, especias, semillas, vinos, licores, hierbas de olor, flores, filtros de amor, entre otros enseres y viandas, con brochazos de ingenio, sabor y buen humor, así como la tradición y refinamiento culinario de la buena mesa. 

    “Afrodita” es el libro del mes en turno elegido por la sala de lecturas “Leyendo y Reconstruyendo”.

                              Maestra Cuquis Sandoval Olivas 

 

 

La magia de las palabras

                                                          Imagen tomada de la red

La magia de las palabras

Sentarse frente a una pantalla de computadora, con una hoja en blanco que espera silenciosa la caída precipitada de una cascada de ideas, pensamientos y emociones de quien es el emisor de un mensaje determinado, conlleva un alto sentido de responsabilidad. No se trata de escribir para llenar una hoja con determinados caracteres, sino estar en esa búsqueda constante de conceptos y significados conformados por vocales y consonantes, que tienen la magia de crear con múltiples combinaciones espacios infinitos donde las palabras, frases y mensajes conllevan el firme propósito de entablar un diálogo abierto entre los receptores que abran sus canales para ese fin.

    En ese intermedio, una y mil ideas circundan por la cabeza, las palabras danzan con frenesí en el pensamiento, se permiten crear mundos alternos pletóricos de fantasía e invenciones, hasta que el universo se va delimitando y se elige una temática en particular, la cual, en primera instancia, puede presentarse en conceptos aislados, frases sueltas, que, al volcarse en tinta, van adquiriendo forma, articulación, cohesión y coherencia.

    Esa y muchas otras virtudes presenta la magia de las palabras, pueden tejerse, atraparse en el aire, encerrarse en un diario, en un sobre, en una carta…tienen nexos, enlaces y categorías que les permite ir configurando el sentir de quien las expresa; hacen uso de recursos lingüísticos con fines estéticos, culturales y comunicativos, atrapan la esencia misma de las experiencias, conocimientos y dominio que se tiene sobre este arte; enriquecen las capacidades y potencialidades creativas, despiertan la imaginación, la invención, conforman nuevos mundos y espacios infinitos de fantasía y  realidad, donde se fusiona lo conocido con lo desconocido. 

    Las palabras cuentan historias, cuentos, leyendas, nos acercan a los hechos y contextos, nos permiten soñar, volar, conocer otros espacios, expandir la imaginación, organizar experiencias, convivir con la otredad, aprender y compartir. 

    No basta con conocer el alfabeto y sus posibles combinaciones, para escribir, hay que leer mucho, atender a las preguntas de qué, cómo, por qué y para quién hacerlo, y de esta manera, ir abriendo canales que tengan la posibilidad de trasmitir simbolismos, cultura, la atención de diversos géneros literarios, con la firme intención de focalizar la comunicación, informar o abrir el abanico de posibilidades que brinda el uso adecuado y oportuno del lenguaje. 

    En la medida que se van ejercitando esos malabares de palabras, se van adquiriendo habilidades y competencias comunicativas, ensanchando el universo cognitivo de quien las utiliza, así, como de quien las lee y las hace propias, porque en la medida que se va incursionando en nuevas lecturas, se van aprendiendo conceptos y palabras nuevas, mismas que al ser interiorizadas, van formando parte del ser, hacer, sentir y decir.  

    Hoy más que nunca estamos expuestos a un bombardeo constante de información, atendemos por medio de los sentidos a una multiplicidad de textos, imágenes y sonidos, debiendo ser sumamente selectivos para elegir al destinatario de nuestro tiempo y atención. 

    Cierro con una frase del poeta chileno Pablo Neruda: “Amo tanto las palabras…Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces…¡Qué buen idioma el mío!

Maestra Cuquis Sandoval Olivas

Ferias virtuales de libros

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                                           Ferias virtuales de libros

    He tenido la suerte de participar en varias ferias virtuales, algunas como ponente, en presentación de libros, rindiendo homenaje al arte, cultura y literatura del país convocante, impartiendo algún taller breve o conferencia sobre un tema en específico, desde la coordinación y guía de la embajadora cultural mexicana Ana Laura García. 

    A su vez, Diva Estrada, “La narradora de sueños”, tuvo a bien recomendarme para encabezar esta noble tarea, recibo este nombramiento, en representación del grupo de

 Facebook “Utopía Poética Filial Chihuahua”, siendo entonces, cuando comprendí la magnitud de este proyecto y la gran responsabilidad y organización que conlleva. 

    Parte del sueño de dos jóvenes emprendedores de Perú: Alán Morales y César Salvatierra, ellos a su vez se apoyan en una coordinadora general, quien diseña los promocionales para informar, compartir e invitar a la audiencia, los  host, (hospedadores) quienes se encargan de enviar los enlaces para entrar al espacio virtual asignado, justo diez o cinco minutos antes de la hora programada, los embajadores, que a su vez, dirigen e informan a su grupo, reenvían las ligas correspondientes y apoyan desde su inscripción hasta su proyección al equipo, y finalmente, quienes lo hacen posible, esos artistas soñadores e idealistas,  que deciden emprender esta aventura y se inscriben para hacerlo posible. 

    Todos y cada uno de estos personajes cumplimos un rol y una función determinada; el éxito depende de la suma de voluntades y del esfuerzo impreso en la encomienda. Son eslabones que, al irse uniendo, conforman la intensa fuerza, de una cadena que abraza el arte y la cultura, cuyo impacto trasciende primeramente a nivel individual, grupal, y va creciendo hasta convertirse en un foco detonante global.   

    El país convocante se estudia, investiga y enfatiza desde las diferentes modalidades que cada participante decide abordar, para incursionar en el conocimiento y realce de sus características, producciones, artistas, poetas, escritores y cultura en general, transformando en palabras, en música, pintura, poemas, recitales o conversatorios sus íconos representativos. 

    Primeramente, esta actividad genera reconocimiento y satisfacción personal, porque permite estar inmerso en un constante aprendizaje, conocer a la otredad que comparte ideales e intereses comunes, aporta desde la experiencia y saberes personales, para luego retroalimentar y expandir ese conocimiento en un círculo concéntrico de aprendizaje colaborativo.

    Tan pronto se termina una feria virtual, la otra ya está en puerta. A partir del día primero  al diecisiete  de septiembre del año en curso, las redes sociales estarán trasmitiendo la “Primera feria virtual del libro de Australia”. Los rostros, banderas de distintos países participantes, voces y talentos llegarán a los más recónditos lugares del mundo. 

    Los preparativos preliminares se han finiquitado con el apoyo de todos y cada uno de los agentes involucrados.  Desde mi humilde trinchera, deseo reconocer y agradecer el apoyo invaluable de la escritora mexicana, Eri Palafox, quien respalda la administración de este y otros proyectos literarios que trabajamos en común, enfocando la promoción y difusión cultural. 

    De igual manera, mi enorme agradecimiento, para quienes han participado antes y ahora con su servidora, conformando el grupo representativo, sin duda alguna, es un arduo trabajo, que nos permite aportar, crecer y aprender de los demás. Invitamos al público en general a que nos den seguimiento y aliento con sus comentarios. 

                                        Maestra Cuquis Sandoval Olivas