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viernes, 24 de febrero de 2023

En memoria de Blanca Argelia Chavira Moreno


 

Espejos de Vida 

"La canción terminó, pero la melodía continúa"

                                                                                                 Irvinng Berlín (1888-1989)

Esta alegoría fue escrita por un compositor musical estadounidense, haciendo referencia a la muerte, como a un punto final y a la vez, al inicio de un nuevo ciclo, para quien transforma su cuerpo físico en alma y espíritu inmaterial y para los deudos que deben enfrentar su duelo y aprender a continuar la melodía de la vida sin esa directriz y batuta que dirigía los ritmos, sonidos y silencios; sin esos andamios que prodigaban seguridad y estabilidad al ir construyendo las estructuras necesarias en la edificación de sus relaciones personales, familiares y de comunidad.

El día 22 de febrero del año 2023, marca un antes y un después para la familia Javalera Chavira; la mujer que fue brillo, guía, fuente de amor y energía, termina su ciclo en la tierra, exhala su último suspiro y vuela su alma en pos de ese descanso al seguir la luz que dicta la fe de quienes nos arropamos en la esperanza de alcanzar la paz eterna y gozar de la Resurrección en un mundo carente de enfermedad, dolor y sufrimiento.

Blanca Argelia Chavira de Javalera, deja a su esposo, el profesor Mario Eberto javalera Lino, a sus hijas Victoria y Vanesa, a sus nietas y demás familiares con el corazón herido por su pronta y repentina partida.

Cada persona que tuvimos la suerte de conocerla, coincidiendo y compartiendo en alguno de sus distintos roles y facetas, podemos constatar la influencia positiva que su presencia despertaba a su alrededor; su solo nombre evoca el recuerdo de esa sonrisa amable, de la palabra oportuna, del abrazo y mano solidaria extendida para quien necesitaba su apoyo, amistad, calor o cercanía; toda ella era un resplandor de vida y gracia derramada para las personas que circundaban en su contexto mediato.

A sabiendas que la sombra de la muerte nos acompaña en el diario caminar, solemos creer, pensar y esperar, que llegaremos a completar el ciclo de la vida; arribar hasta la vejez, donde podamos dar cobijo, orientación y acompañamiento a las personas que amamos; por lo que al enfrentar una noticia de esta magnitud, no podemos evitar sentir el dolor, impotencia y desamparo ante su presencia, reconociendo nuestra indefensión y vulnerabilidad.

Estas sencillas palabras llevan el cometido de rendir honores a su memoria, de enaltecer al ser humano que con su partida, deja un hueco de ausencias, soledad y lágrimas; Así mismo, llevan la encomienda de fungir como bálsamo sanador al dirigirse a su familia, como una muestra de afecto, solidaridad y empatía ante la terrible pérdida que están enfrentando hoy en día.

Aprender a vivir sin su presencia, implica dar continuidad a la melodía de la vida; añorando y revalorizando los instantes y experiencias compartidas

Como sociedad, hacemos patente nuestras condolencias, el apoyo incondicional en estos momentos de dolor. Como amiga y coterránea de Mario Eberto, va ese abrazo de hermandad, cargado de dolor, pero también de energía y afecto, que ayude a restaurar el equilibrio tan necesario cuando hay tempestad interior donde no se visualiza el consuelo.


 

viernes, 17 de febrero de 2023

En su cumpleaños


https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-vida-en-su-cumpleanos-9630762.html


La palabra “recordar” tiene su concepción etimológica del latín “recordari” y de “cor-cordis” que significa “corazón”, ya que las antiguas civilizaciones, estaban convencidos de que ese órgano era el encargado de hacernos pensar, sentir y rememorar. Por tal razón, hay una frase que dice: “Recordar es volver a pasar por el corazón, permitiendo que la razón sienta y el corazón piense”.

Este breve preámbulo introductorio permite formular algunas elucubraciones acerca del dieciséis de febrero de 1990, fecha inolvidable, en que llegó a nuestro hogar Jorge Alexandro, y que cada año, celebramos con beneplácito su vida. Él ocupa el cuarto lugar de cinco hijos. Como madre, puedo aseverar que cada uno de ellos es especial, desde su gestación, nacimiento y desarrollo, sin embargo, el hecho de crecer entre varios hermanos, hace posible la creación de vínculos comunes, pero, a la vez diferenciados que dan cuenta de la especificad única que como individuos poseemos.

viernes, 10 de febrero de 2023

En memoria de Paquito











En memoria de Paquito

“La muerte de los jóvenes constituye un naufragio”.

Plutarco 

Sabemos que la muerte es nuestra eterna compañera, una sombra que camina al asecho, siempre alerta y lista para hacer presencia en nuestro entorno; sin embargo, es imposible su aceptación y no experimentar impotencia cuando se presenta arrebatando una vida. No importa que vestiduras utilice, de que situación o circunstancias se valga o en cuál momento de la vida cronológica se presente; esta, siempre trae consigo, tristeza, desolación y abandono, lacerando emociones y sentimientos en los deudos y en las personas que de alguna manera giramos a su alrededor.

Cada pérdida es irreparable y deja abismos de ausencias y vacíos que son imposibles de llenar, fractura el alma, hace añicos el espíritu, desestabilizando todo aquello que brindaba calor y seguridad.

Por el solo hecho de ser mortales, cada uno de nosotros pasamos por este cáliz amargo, viviendo y procesando el duelo de distinta manera; por lo que me atrevo a escribir algunas de las situaciones que vivimos como familia al enfrentar este proceso y que fueron un bálsamo reparador.

Principalmente, la compañía, cariño y condolencias que se reciben de familiares y amistades, todas y cada una de estas, se atesoran en memoria y corazón, porque en tiempos de turbulencia, estrechar  y asirse de la mano brindada, sentir el abrazo y calor ofrecido, recibir las ofrendas florales y las distintas manifestaciones de apoyo solidario, fortalecen el corazón quebrantado, brindando cimientos de empatía y solidaridad ante la turbulencia del desamparo experimentado, al sentir y ser conscientes de la pérdida de un ser querido.

El pueblo de Balleza, se cimbra desde sus entrañas más profundas, ante la irreparable pérdida del joven profesor Francisco Tinajero Baeza, recientemente acaecido el 07 de febrero del mes en curso; tras liberar una penosa enfermedad que, pese a su juventud y tratamientos médicos, fue imposible frenar.

Se ha ido el hijo, esposo, padre, amigo; una vida interrumpida abruptamente, que estaba en espera del milagro de la sanación, para seguir cumpliendo su cometido en la tierra, recibiendo a cambio, el cese al dolor con el descanso eterno.

No hay palabras en este momento, que logren mitigar la impotencia y desconsuelo de la familia; regresan a la madre tierra, un pedazo de su vida, fragmentos del corazón que queda hecho añicos y debe aprender a reconstruirse; la fe y esperanza de una vida alterna es la única esperanza que yace en el horizonte, además de saber que no habrá más dolor en su cuerpo.

A partir de esta fecha, es un antes y un después, albergando y atesorando cada uno de los instantes compartidos y que finalmente, son los que permiten que sigan viviendo en nuestra memoria y corazón; aprender a adaptarnos a sobrevivir sin su presencia física, ser soporte emocional unos de otros, llorar para lavar el alma e ir aprendiendo a soltar.

Vayan estas breves y sentidas palabras para toda su familia, que buscan hacer patente nuestra solidaridad como coterráneos, padres y amigos. Porque al acompañarlos en su duelo, volvemos a revivir los nuestros, sintiendo su dolor como propio.

Descanse en paz el chico de los ojos verdes, el de la mirada y sonrisa cautivadora, el amigo que estrechó lazos de afecto y cariño en la comunidad ballezana. ¡Vuela alto Paquito!, tu recuerdo ha quedado impregnado en tu tierra, en la fragancia del aire, en los confines del tiempo, en la herencia genética de tu hijo y en cada una de las personas que tuvimos la suerte de conocerte.

 

 

viernes, 3 de febrero de 2023