En 1995, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) proclama esta fecha y sienta entre sus objetivos el fomento a la lectura, a la industria editorial y la protección de los derechos de autor. Hay quienes asocian esta fecha con el regalo de una rosa y un libro, ambos como estandarte de la sabiduría y amor universal.
Gracias a la difusión y promoción que actualmente permiten las redes sociales, se han emitido diversas convocatorias para celebrar esta fecha, desde simposios, conferencias, talleres, recitales, mesas redondas, ferias de libros, entre otras manifestaciones artísticas y culturales.
Como mediadoras regionales de salas de lectura de nuestra localidad, nos sentimos altamente comprometidas en esta encomienda de conmemorar esta importante fecha, dando a conocer nuestra labor altruista y comprometida ante la sociedad, compartiendo con los alumnos de la escuela normal experimental “Miguel Hidalgo”, quienes son los próximos formadores en educación, que llevaran esta tarea del fomento y aprecio por los libros desde su labor didáctica y pedagógica, porque la lectura es el motor de desarrollo cognitivo, es puerta de entrada al mundo del conocimiento, que permite viajar por medio de la imaginación, reinventar paisajes, experimentar y vivenciar las emociones que cobran vida por medio de los distintos géneros literarios.
Hoy viernes 21 de abril, se llevará a cabo un desayuno literario en las instalaciones que ocupa la biblioteca de esta institución, para recomendar algunos textos y compartir experiencias lectoras; posteriormente, se impartirá una conferencia por las mediadoras: Maestra Luz María Aguirre, Flor Espinoza, Diana Rocío Duarte y su servidora María del Refugio Sandoval Olivas, cuyo objetivo general es dar a conocer la magia y deleite que se encuentra en los libros, la riqueza cultural y la ventana al mundo que nos permite conocer y valorar otros contextos, culturas y reconocernos como parte de una humanidad en constante cambio y evolución.
Agradecemos infinitamente a la directora de esta institución, maestra Cecilia Aldaz, por su apoyo constante para llevar a cabo de la mejor manera nuestra encomienda, ya que, como voluntarias de salas de lectura, asumimos esta responsabilidad de interactuar en este mundo vivo y abierto con la comunidad, promoviendo y acercando el acervo escrito, compartiendo experiencias, memorias y aprendiendo constantemente unos de otros.
Ser mediador de lectura significa ser un puente vivo que se expande en las zonas fronterizas para comunicar tres mundos: el de los lectores (reales y potenciales), el de la palabra escrita (libros) y el de la palabra oral, que se da en el diálogo e interacción.
Cierro con esta frase: “Un buen lector no nace, se hace”.