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martes, 22 de noviembre de 2022

Revista "La Barca" No. 72.

 

                                                  https://issuu.com/labarca/docs/la_barca_72



Gracias Carlos Viena por estas páginas dedicadas a mi trabajo literario. Páginas 12 a la 18

viernes, 18 de noviembre de 2022

Regalo inesperado




 


https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-vida-regalo-inesperado-9206180.html

Regalo inesperado

E

l agradecer y ser receptores de agradecimiento nos hace sentirnos especiales, y con esto, se experimentan instantes de felicidad.  De igual manera, cuando aprendemos a dar; sin hacer referencia solamente a una ayuda económica, sino a brindar nuestro tiempo, a dedicar espacios para apoyar y crecer con otros, a escuchar, a sonreír, a convivir, visitar al enfermo, dar a quien necesite ese abrazo o apapacho en un momento determinado, a compartir lo que sabemos, entre otras muchas maneras que existen de dar un poco de sí mismo a los demás.

Ambas sensaciones al dar y recibir son placenteras y necesarias para fortalecer el sentido de pertenencia y autoestima. En mi vida profesional, tuve el compromiso moral de entregar mi tiempo y esfuerzo para dedicar a la profesionalización, capacitación, buscar información, planear y diseñar estrategias que apoyaran la función desempeñada dentro del ámbito educativo. Generalmente, las recompensas eran recibidas a diario, ya fuera con un saludo, un abrazo o una muestra de afecto; después de jubilada, algo que me llena de satisfacción es ser reconocida y saludada con afecto por los ex alumnos, quienes, a pesar de los años transcurridos, recuerdan mi persona y algunos momentos especiales que vivimos en las instituciones escolares.

El reencuentro con compañeros de trabajo, permite revivir recuerdos, logros y retos que nos tocó transitar, en tiempos y espacios determinados. Cada día, recibimos el regalo de un nuevo día, el poder hablar con las personas que amamos, hacer las actividades cotidianas, conocer nuevas personas e ir implementando algunos nuevos hábitos.  Hace aproximadamente un año, fui convidada a participar como Mediadora voluntaria de Salas de Lectura; he tenido que tomar talleres y capacitaciones en línea, organizar reuniones y eventos, y las recompensas que he obtenido son infinitas.

Uno de los programas que estamos implementando lleva por nombre “Bardos en Bardas”, el cual consiste en localizar paredes donde se puedan dibujar mensajes e imágenes alusivas al fomento lector; tuvimos a bien invitar a la Escuela Normal Experimental a participar en dicho evento, previo trabajo nuestro. Conocedora de la calidad de esta escuela formadora, sabía de antemano que me llevaría una grata emoción al observar su trabajo creado en una de las bardas de la Escuela Primaria María de la Cruz Reyes, ubicada en la calle Colón, en esta localidad.  Cuál sería mi sorpresa al encontrar mi imagen y nombre plasmado en el muro, como un reconocimiento por mi caminar dentro de las letras. Iniciativa que surge de parte del grupo de 1º C y dibujado por el alumno Manuel Adrián Aparicio Bautista.  A un lado, se encuentra la imagen del poeta Carlos Montemayor, captada por el Alumno Gustavo Manuel Díaz Salazar y enseguida la de la joven poeta parralense Diana Rocío Duarte, diseñada por la alumna Cynthia Esmeralda Gutiérrez Herrera. Este mural queda en medio de otros dos, dando muestra fehaciente de la coordinación y trabajo de alumnos y maestros.

Este escrito, lleva la intención de agradecer a la institución, a su directora, la Doctora Cecilia Aldaz, a los maestros Selena Maynez Flores, Fco. Javier Martínez Granados y Carlos Miguen Nájera Acosta, por coordinar y dirigir los grupos de 1º A, B y C de primaria. Y por supuesto, a todos y cada uno de estos chicos que hicieron posible la creación de este proyecto.

Gracias a la Maestra Luz María Aguirre Rodríguez, por ser quien me invitó a pertenecer a estas salas. Gracias a todas las Mediadoras Voluntarias que se han sumado a este viaje maravilloso de compartir la lectura, a quienes conforman esos círculos lectores, a las escuelas que nos abren sus puertas…Gracias mil.

 

 

 

 

 

viernes, 11 de noviembre de 2022

Porque soy mujer



                                                                    Imagen tomada de la red

Porque soy mujer

Soy el eco del silencio, mi voz resuena a través de las montañas, del agua cristalina que queda atrapada en el subsuelo y de la que alegremente corre por riachuelos, como si quisiera lavar y purificar las afrentas e injusticias que en mí se han cometido a lo largo del tiempo; mi grito resuena en las cascadas y queda ahogado en la pesadez y quietud de los lagos; otras veces, atraviesa llanuras, sierras, desiertos, océanos y queda a merced del viento; cuando se esconde temerosamente en alguna nube que se cruza en el camino, su grito se convierte en un torrente de lágrimas que riegan los campos, permitiendo que germinen y florezcan los colores, sueños y esperanzas.

Soy hija de la tierra, el barro moldeo mi cuerpo, y de acuerdo a las santas escrituras, fui hecha a imagen y semejanza del todopoderoso; ¡recibí el nombre de MUJER! El soplo de vida me lo confirió la costilla que se extrajo de mi compañero; del hombre que supuestamente debía caminar a mi lado, cuya complexión le permite protegerme, ¡NO castrarme, ultrajarme, lacerarme y apagar mi voz!

Se me atribuye haber inducido a Adán para que cometiera el pecado original, el que por mi culpa se haya perdido el Paraíso Terrenal, como consecuencia recibí el castigo de parir con dolor a mis hijos, abriendo mis caderas y regando con mí sangre su camino a la vida.

Remoto mi pensamiento a la cuna de la civilización de la humanidad, donde muy poco peso político, económico y social tuvo mi existencia. Reencarné en Juana de Arco, y aunque sólo viví 19 años, me llamé visionaria al recibir luces de Dios. Luego mi voz se dejó escuchar a través de la pluma magistral de Sor Juana Inés de la Cruz. Para saciar mi sed de conocimiento en el siglo XVII, debí ocultar mi apariencia femenina, ¡cortando mis cabellos! jamás mis ideas. Mi voz, mi rostro ha tenido diferentes matices, culturas y colores, siempre buscando la EQUIDAD, el respeto, la tolerancia, valores fundamentales para sobrevivir en un mundo manipulado por el poder y androcentrismo.

Soy el rostro de las primeras sufragistas, que fueron golpeadas, mancilladas y encarceladas por exigir un trato igualitario y el derecho de votar y ser votadas.

Soy la faz de esas mujeres que en pleno siglo XXI, su cuerpo sigue siendo flagelado y mutilado por la ablación genital.

Soy el grito ahogado a través de la vestimenta llamada “burka”, que esconde los miedos y torturas que ha sido sometida la mujer por el sólo hecho de serlo.

Soy todas las féminas de Ciudad Juárez, mujeres desaparecidas cuyo único delito es el no poder defenderse.

Soy la mujer fuerte y decidida de la etnia tarahumara, que extiendo mi mano clamando “corima” a mi hermano.

Soy el ama de casa, la hija, la amiga, la hermana; la profesionista, la artesana. La que lucha día a día, hombro con hombro, por una vida más plena más justa, más humana.

Me encuentro a esa mujer que vende su cuerpo, y con el dinero recibido, lleva comida a casa a cambio de compartir la cama.

No más mujeres heridas, golpeadas, maltratadas y humilladas. Hoy alzo mi voz y digo “Nunca más”, y tengo la esperanza de que por fin “mi voz será escuchada”

 

 

 

 

viernes, 4 de noviembre de 2022

La vida y la muerte



https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-vida-la-vida-y-la-muerte-9136475.html 

La vida y la muerte

México es un país multicultural, rico en diversidad geográfica, en sus etnias, en la prevalencia y rescate de sus tradiciones ancestrales, que son una mezcla de las culturas prehispánicas y de algunos elementos que al paso del tiempo se les han ido incorporando. 

            Las tradiciones se mantienen vivas porque la gente las sigue practicando y las nuevas generaciones las van incorporando a su ser y hacer; tal es el caso del culto que se rinde a la muerte, como un homenaje especial a los seres queridos que ya no están en esta esfera terrenal, pero siguen viviendo en el recuerdo y corazones de quienes quedamos en el mundo. 

Cada estado de la república mexicana, utiliza un sinfín de recursos ornamentales que se destacan por su brillo multicolor, para adornar sus calles, sus edificios y los cementerios, que generalmente son puntos de encuentro con la tristeza y dolor por la ausencia y apego que experimentamos con las personas que amamos; pero en estos días de jolgorio, se   engalanan con los colores, flores y ornamentos que brindan un toque distintivo de unión familiar, porque al celebrar la muerte, se conmemora la vida, se honra su recuerdo y se traen a colación eventos, anécdotas y episodios  vividos; se escuchan los acordes musicales que se mezclan con oraciones y alabanzas; se comparte el pan, el diálogo, la avenencia, se privilegia el orden y limpieza del lugar, para que en ese día tan especial, el alma de nuestros difuntos  se sienta acompañada, con el abrazo del amor que venera su memoria, donde vivos y muertos nos podemos reencontrar en una dimensión que nos permite convivir. 

Las escuelas como espacios formadores, se encargan de poner en práctica esta tradición, montando altares de muertos, en salones, canchas, o espacios designados para que la comunidad educativa se involucre; las flores de cempasúchil brindan ese colorido aromático que impregna el ambiente y cuya función es guiar las almas hacia los altares a través de los siete niveles, que simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo;  los elementos indispensables están a la vista, como son: el agua, las velas o cirios, el incienso, la nube y alhelí (planta), arco de flores y frutas, cruz, pan, petate, fotografías de los difuntos, comida tradicional, izcuintle (en el caso de las almas de niños que simboliza el perro que les ayuda a cruzar el caudaloso río de Chiconahuapán), sal, papel picado  y calaveritas de azúcar.

Además de esta tradición, los desfiles de catrines y catrinas se han convertido en toda una tradición, representando un símbolo de muerte, pero también hacen alusión a una sátira social que se implementó durante el porfiriato para protestar en contra de las condiciones económicas del país y las diferencias sociales prevalecientes.

Hay concursos, tanto de altares como de catrinas; los medios de comunicación se encargan de hacer la difusión pertinente. En últimas fechas, se han agregado otros componentes a la celebración, como el caso de nuestra ciudad, que tiene a bien organizar el evento anual de “Platicando con los muertos”, donde se hace gala por medio de la personificación y erudición de la vida de algunos personajes, cuyos restos descansan en el panteón de Dolores, rescatando historias, leyendas y anécdotas que el público en general tiene a bien conocer.

Y como todo en la vida, esta sigue su curso, las visitas a los panteones van mermando, pero permanecen los arreglos hechos en cada tumba, que brindan un espectáculo del amor y atención profesada a esa persona en especial.

            Reconocemos que somos viajeros en el tiempo y nuestro destino final es el mismo. Cierro con una frase de Norman Cousins (1915-1990): “La muerte no es la mayor pérdida en la vida. La mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos”.

Maestra María del Refugio Sandoval Olivas