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miércoles, 29 de mayo de 2019

Cumpleaños

Cumpleaños
Maestra Cuquita Sandoval Olivas
“Un joven diagnosticado con cáncer y a punto de morir escribió:
Nuestra vida es una pequeña chispa en este hermoso planeta, que viaja a una velocidad increíble hacia la infinta oscuridad de un universo desconocido”.
Partiendo de este pensamiento y reconociendo la fugacidad y celeridad de nuestra existencia, les invito a cerrar sus ojos y permitir que los recuerdos afloren a su mente; basta retroceder en el tiempo y recordar los cumpleaños que hemos vivido, las velitas del pastel, las piñatas, regalos, sonrisas y jugueteos; rostros inolvidables de seres queridos a nuestro alrededor que hoy no están; el tiempo se ha encargado de ir difuminando esas facciones hasta quedar en una espina dentro del corazón, que sangra con la angustia de no tenerlos cerca y florece con el resplandor de los efímeros recuerdos que están almacenados en nuestra memoria.
La niña inquieta transformándose en adolescente, con un universo pletórico de posibilidades, ¡salud familia, esperanzas e ilusiones!
El brote de juventud con toda la cadencia, armonía y color que presenta la primavera; celebraciones compartidas con la pareja, los hijos; tiempos de anonimato, donde solamente tus seres más cercanos te daban un abrazo o te enviaban una misiva de felicitación; momentos gloriosos acunados en el son y ritmo al acorde de “las mañanitas”; familia, amigos, fiesta, celebración, regocijo, autocomplacencia, instantes de meditación, agradecimiento y felicidad por lo que tenemos y gozamos, como es la vida misma; lágrimas y añoranza por lo que hemos perdido.
Son tantos los sentimientos, recuerdos y emociones que experimentamos cuando llegamos a la fecha del calendario, que marca 365 días más sumados a nuestra existencia.
29 de mayo de 1963, más de medio siglo saboreando cada instante de vida. Parece que entre más se camina en la línea del tiempo, éste avanza más rápidamente; apenas iniciamos un nuevo año, y de pronto ya estamos en el quinto mes, luego celebrando navidad y año nuevo; es como un círculo que se desplaza con lentitud cuando ascendemos y atravesamos por problemas y enfermedades, pero que seguidamente, encontramos un río cristalino formado por nuestras lágrimas, el cual nos permite lavar, calmar y sanar angustias, para luego, tomar la curva descendiente y completar otra vuelta.
¡Gracias a Dios por la vida que me ha dado tanto!, por los desiertos y los oasis, las penas y las sonrisas, por los dolores y sinsabores que me han permitido distinguir la luz en medio de las tinieblas.
Gracias por mi esposo, compañero de viaje, con quien he compartido 38 de mis onomásticos, cuyo regalo tiene envoltura en un papel satinado y moño brillante, que atrapa la juventud y madurez de nuestra vida en común; ecos y silencios del amor en pareja, que aprende a conocerse con sólo una mirada y a compartir el timón del barco que se hizo a la mar en 1982.
Gracias a mis hijos, nietos, hermanos, todos y cada uno de los que conforman esta hermosa familia, quienes, con su pincel, dan colorido, armonía y sinfonía a mi existencia.
A mis amigos, los de antaño y del presente, por la alegría, compañía y comprensión que siempre han mostrado hacia mi persona; por todos los momentos y confidencias compartidas.
Gracias a todas las personas con las que he tenido la suerte de coincidir, a conocidos reencontrados en las redes sociales, a mis ex alumnos, ex compañeros de trabajo, a todos y cada uno de ellos, por la semilla depositada en mí, por su confianza, respeto, y compañerismo.
Gracias a quienes no han coincidido en opinión o aceptación de mi persona, a quien me ha rechazado o lastimado, porque por medio de la ofensa, conocí el perdón y aprendí a otorgarlo, a hacer una introspección de mis actos y tomar medidas de cambio.
Gracias compañeros “Mutualistas”, “Chicas del café”, del “Cachibol”, grupo “Machi”, “Instancia de la Mujer”, “Consejo Municipal de Educación”, Equipo Amway, con quienes colaboro con mi tiempo, ideas, hobbies y convicciones; igualmente agradezco a quienes leen mis artículos y libros; quienes me reciben en las instituciones educativas para la impartición de pláticas, talleres y conferencias; a mis apreciados “compañeros de letras” de los cuales aprendo cada día y comparto mi pasión por la expresión de pensamientos y sentimientos a través de la escritura.
Gracias mil, por un año más de vida. “Celebrar nuestro cumpleaños es celebrar la vida; celebrar la vida es abrazar al amor y aprender a sortear el dolor; es sonreír, vivir a plenitud cada instante y compartir nuestro tiempo y experiencias con el entorno que nos rodea”

martes, 7 de mayo de 2019

Hoy que no está


Hoy que no está, ha llegado ese día,
en que su voz ya no será escuchada,
ni sus pasos, su presencia, su esencia,
o su suave ronquido por la madrugada.

Hoy que no está, todo es vacío y soledad,
la casa, la silla, su cama donde dormía,
hay silencio, frío de ausencia y humedad,
hay lucha, quebranto, condolencia y agonía.

Hoy que no está, se ha roto el cordón umbilical,
se perdió la brújula, la guía, el norte, el horizonte,
busco en su ropa, en sus cosas, su olor corporal,
¡se ha ido! Voló a su terruño, se perdió en el monte.

Hoy que no está, grito su nombre, evoco memorias,
consejos, cuidados, sus suaves caricias, ¡amor maternal!
el como gozaba narrar sus leyendas, vidas e historias,
trasmitía el sentirlas, hacía cada experiencia tan vivencial.

Hoy que no está, extraño el susurro, el tenue murmullo,
la mirada firme cuando reprendía, postura y mano segura,
estar a su lado brindaba confianza, llenaba de orgullo,
 dualismo perfecto: firmeza, blandura, seguridad y dulzura.

Hoy que no está, lágrimas de sangre corren por mis mejillas,
quisiera salir corriendo y esconder mi tristeza en la llanura,
presa del dolor, necesito vislumbrar luz a través de las rejillas;
encontrar colores, buscar algo que cubra esta total amargura.

Hoy que no está, quiero devolver el tiempo, poner una pausa
mirar sus ojitos, tomar sus manitas, sentarme en su morada,
darle más caricias y más besos, retomar plática inconclusa
que cada vez contaba, como si temiese quedase olvidada.

Hoy que no está, ya no hay esperanza, no encuentro sosiego,
no existen palabras que puedan expresar el profundo duelo,
buscando consuelo escribo estos versos y evoco mi ruego,
que esté descansando, juntito al creador, allá en el cielo.


Hoy que no está, el día se alarga, la noche es muy triste,
rezamos rosarios, entonamos cánticos, con fe y simbolismos,
vela encendida, un cristo y fotografía su presencia asiste,
sin embargo, la ausencia se siente, ¡hay grandes abismos!

Hoy que no está, quedaron sus cosas, sus plantas, amigos, familia,
su árbol de raíz antes fuerte y erguida, secó su savia, perdió el sustento,
con débil corteza, como hoja que arranca el viento, su poderío exilia,
¡dormía más!, ¡platicaba menos! y día con día dejó de necesitar alimento.

Hoy que no está, clamaré por su paz, gracia y su descanso eterno,
trastocará la eternidad mi palabra, al sentir sus pasos, su aliento,
veré su sombra en todos los ancianos y sentiré su amor materno,
dejaré de llorar a la cabecera de su cama, dando amor cada momento

Hoy que no está, trataré de llegar a Dios en cada campanada
cultivaré mi fe y esperanza, en que hay un mundo alterno,
cada verso escrito, será un lamento y lágrima derramada
por ese amor recibido desde el vientre, ¡tan bendito y tan eterno!

Hoy que no está, en toda la extensión de la palabra, ¡prometo mejorar!
ser más justa, ecuánime, sincera, buena amiga, esposa, madre, hermana,
honrar la memoria de quien me cobijó y enseñó a conjugar el verbo amar,
y a quien tuvimos el honor y dicha de cuidar hasta que fue una anciana.

Hoy que no está, bendigo su nombre, alabo su obra, admiro su ejemplo,
A través de su historia, lectores y descendientes podrán conocerla,
Mujer y madre admirable, su recuerdo merece vivir en un sagrado templo,
Gracias al creador por permitirnos hasta el fin abrazarla, mimarla y amarla.









A mi madre con cariño
Maestra Cuquita Sandoval Olivas
Aún recuerdo cuando las notas musicales de la radio, viajaban a través del espacio hasta llegar a nuestra casa.  Era el mes de mayo, el locutor se encargaba de leer misivas llenas de amor y nostalgia; elegía con cuidado melodías dedicadas especialmente a las madres, ramilletes musicales que destilaban ausencia, cariño, respeto y remembranza hacia esa madre que les cargó en su vientre y les acunó en sus brazos; podía sentirse en cada nota, cada dedicatoria, la tristeza y dolor que llega al alma cuando no puedes estar cerca de ese ser entrañable dador de vida.
Evoco con suspiros cargados de añoranza, la imagen de mamá, a la par de las memorias, llega un dolor hiriente y dulzón que lastima y a la vez trae gratas sensaciones; recuerdos de mi niñez, adolescencia, juventud y madurez a lado de esa gran señora; mis ojos se nublan por el llanto, las lágrimas se agolpan presurosas como su quisieran lavar el alma. curar el dolor que dejan las ausencias y los espacios vacíos; siento una urgencia y deseo de aprisionar los recuerdos. volver a saborear esos instantes y buscar las palabras y frases precisas que puedan interpretar mi sentir y pensamiento.
Con los ojos nublados por el llanto empiezan a desfilar los recuerdos del pasado, veo la imagen taciturna de mamá deambulando por su casita, escucho sus sollozos callados, sus voces musitando plegarias por el hijo ausente; así como la larga espera por la llegada del cartero, anhelando esa tarjeta cubierta de flores, enhorabuenas y lindos versos, que le hacían sentir el amor y palpitar del corazón de su hijo.
Cuando el teléfono llegó a nuestro hogar, se quedaba sentada a un lado de éste, esperando las llamadas de felicitación; en cuanto timbraba, su rostro irradiaba luz, sus ojitos brillaban con la alegría que brinda el sentirse amada, recordada y venerada; gozaba el platicar todas sus historias y anécdotas acontecidas; con orgullo relataba que era de las primeras personas en recibir sus mañanitas cada año al despuntar el alba, ya que, en la familia, la música siempre ha sido nuestra amiga y compañera y mis hermanos fueron privilegiados con una voz armoniosa.
En cuanto cesaba la música de cuerdas,  se dirigía presurosa al estéreo, ya tenía seleccionadas melodías especiales y mi hermana siempre le llevaba discos con las canciones que ella pedía con antelación: “Madre sólo hay una”, “Madrecita querida”, “Mi juventud a los 40”, subía el volumen, llegando las notas a toda la vecindad y transeúntes que en ese momento circulaban por la calle; a la par, se daba a la tarea de regar y barrer el frente de la casa, recibiendo felicitaciones y abrazos de todos los vecinos y brindando un ambiente acogedor de frescura y limpieza para quien llegara a visitarla.
Las lágrimas de emoción se mezclaban con el gozo de estar todos reunidos, había fiesta, comida especial, pastel, compraba una botella de tequila de 100 años para el brindis, elaboraba previamente una lista con títulos de canciones para que fueran interpretadas por hijos y nietos; recibía muchos regalos los cuales permanecían cubiertos en su envoltorio por semanas, porque le parecían demasiado hermosos para destruir su arreglo.
Y así desde el amanecer, su casa era el punto de reunión familiar; hermanos, tíos, sobrinos, nietos, primos, todos acompañando a la reina del festejo; había canto, baile, declamación, los más pequeños mostraban sus gracias y todos nos uníamos a la algarabía del hogar.
Era sencillamente incansable, única, cuando todos caíamos rendidos del cansancio, ella seguía preparando alimentos. limpiando su cocina y haciendo los enseres del hogar.
Por 95 años fue el faro de nuestra existencia, ejemplo viviente de todos los valores universales.
Este 10 de mayo, su regalo serán flores salpicadas por el rocío de nuestras lágrimas, sus colores y fragancias adornarán su tumba, y nosotros sus hijos, abrazaremos y alabaremos el recuerdo de esa amada mujer.
La rueda de la vida nos presenta oportunidades únicas de expresar nuestro amor. Dejemos que las notas musicales sigan acompañando nuestro sentir, que nuestras palabras se conviertan en poemas de esperanza, abracemos a las personas que amamos y que aún tenemos la suerte de tener a nuestro lado.
¡Bendita la madre mía! ¡benditas todas las madres del universo!  

viernes, 3 de mayo de 2019


Participación literaria
Maestra Cuquita Sandoval Olivas
En días pasados, tuve la fortuna de participar como juez en eventos organizados por diferentes niveles educativos; distintos entre sí, pero coincidentes en el uso de la palabra hablada o escrita, ya sea como manifestación artística, literaria y cultural.
Primeramente, quiero hacer mención al excelente trabajo que se realiza en las distintas vertientes del Concurso “Don Quijote nos invita a leer”, enfatizando, la grata sensación obtenida, al leer los cuentos escritos por los participantes, producto de la inmersión a la lectura de al menos cinco libros, del trabajo vinculado de asesores y padres de familia, que ayudan a desarrollar el ´hábito, a expandir la imaginación, creatividad y vinculación de pensamiento e ideas, con la expresión escrita.
La primaria “José María Morelos” y el colectivo de la zona 25 de preescolar federalizado, nos otorgó el placer de escuchar y deleitarnos con la alegría e inocencia de estos pequeñines, quienes encuentran en los libros ventanas al mundo del conocimiento; de igual manera, En la secundaria Federal Rogerio Aranda, fuimos invitados por la Coordinadora Académica, Profra Alma Ávila Palma, nos congratulamos de escuchar voces de alumnos, maestros y padres de familia, con la entonación, emotividad y ritmo que acompaña a una buena lectura, pero también al tener una charla con los participantes, pudimos constatar que hay quienes leen por lo menos un libro semanal, cimiento que les permite poseer seguridad y un amplio vocabulario y bagaje cultural.
Me permito hacer mención del evento Regional en poesía individual y coral, donde todos los participantes, tuvieron un papel brillante; una felicitación muy especial a la secundaria de Jiménez y a la Rogerio Aranda, quienes intervinieron en poesía coral, disciplina que sigue latente en las convocatorias, pero abordada por pocas escuelas, debido a distintas circunstancias: como el tiempo invertido y el problema de traslado de los alumnos.
La poesía es la manifestación de la belleza de la palabra, es un sentimiento estético que trasmite quien la ejecuta; quien presta su voz al poeta, para que exprese sus sentimientos y llegue al auditorio. Es trasmitir: dolor, coraje, amor, desengaño, tristeza, por medio de cada frase, de la gesticulación del cuerpo, coreografía, de la voz fuerte y determinante de los solistas, de los coros, quienes, al unísono, mostraron un reclamo al mundo ultrajado y violento que les toca vivir.
Las profesoras Rebeca Beltrán, Azucena Torres y Erika Alderete, fueron las encargadas de hacer alguna adaptación al poema “Aun es tiempo” del Profr. José Arenivar Padilla, y de dirigir magistralmente su ejecución. Me permito citar dos versos, ya que el poema en su conjunto, es un grito de ayuda, un reclamo a los gobernantes, un clamor por la paz.
Los jóvenes…queremos ser semilla en vez de fusiles; en lugar de municiones queremos alimentos para compartir; en lugar de llorar la muerte de un amigo, deseamos reír juntos…
En el nivel medio Superior, acudimos a la invitación de la Supervisora Brisa Edén Quiñonez, en las disciplinas de: declamación, oratoria, composición literaria en sus géneros: cuento, ensayo y composición poética; vibramos al unísono con la declamación vanguardista de los poetas argentinos: Martina Cruz y Héctor Gagliardi.  Pudimos constatar la evolución del pensamiento, dominio del escenario y lenguaje que brinda esta facultad elocutiva. A los finalistas de dicha disciplina, se les sortea una temática determinada y se les da un espacio de cinco minutos para que se presenten frente al público y diserten sobre el tema. Cabe citar la frase del pensador ateniense Pericles (450 aC)
“El que sabe pensar, pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar”
En cuanto al concurso de creación literaria, se brinda al participante diez imágenes y diez palabras, como herramientas de apoyo, mismas que son utilizadas y adaptadas dentro de la composición.  La articulación de ideas, cohesión de pensamiento, gramática, y fuerza del texto como unidad de conocimiento, se presentó en las tres disciplinas en toda su magnificencia.
Como integrante voluntaria del Consejo Municipal de Educación, nos hemos nutrido de experiencias altamente significativas, indudablemente, cuando damos algo, se recibe duplicado. Asistimos a varios centros educativos a compartir la pasión por la lectura, utilizamos distintas estrategias como:  taller, conferencia, cuenta cuentos, etc., En una visita al Centro de Desarrollo Infantil (CENDI), quedamos anonadados al escuchar a la pequeña, Leisel Renata Acosta Soto, de cuatro años de edad, quien se ofreció voluntariamente a contarnos su cuento “La canasta”. Su voz, la expresión gestual de su cuerpo y carita, concordaba con las aventuras fantasiosas de su relato, atrapando a toda la audiencia con su emotiva participación, y constatando el trabajo y apoyo recibido en casa y por sus mentoras.
Como miembro de la Benemérita Sociedad Mutualista Miguel Hidalgo y conocedora de la importancia y trascendencia que tiene el cultivo del alma, nos permitió tener como invitados especiales del mes, a la Profra. Dora María Sandoval Moreno y al Profesor Jesús Trujillo, quienes se encargaron de llenar el ambiente con la lectura de bellos poemas, algunos de autoría propia y otros como “La rosa y la nube” del autor “José Rosas Moreno”,  “Nocturno de la amada Muerta” de Adolfo de León Osario.
Se hace uso de este breve recorrido literario, para impulsar a las escuelas que sigan sembrando el amor por la literatura; que utilicen la poesía, cuento, leyenda, novela, fábula, como detonantes forjadores de lectores y escritores en potencia.
A padres de familia y sociedad en general, se les invita a que utilicen la lectura como andamio de acercamiento y convivencia.