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viernes, 7 de febrero de 2025

Se ha apagado una estrella






Jorge Luis Sandoval Moreno

(28 de octubre de 1985- 04 de febrero del 2025)

     Dos fechas emblemáticas que, sin duda alguna, han marcado el entorno familiar y comunitario. La primera, porque con su arribo pobló de dicha, esperanza e ilusiones, cimentando el mundo en el recuerdo de los ayeres, en la alegría del presente y en la esperanza del futuro. La segunda, envuelta en lágrimas de impotencia y desesperanza, marca el fin de las hojas para seguir escribiendo el mañana. No hay más tinta ni versos que lleven implícito su ser y sentir. A partir de esta última fecha, las evocaciones despiertan un torrente de lágrimas y dolor, con la certeza de una ausencia absoluta e irrevocable. Es un bosque de espesos follajes donde se busca vislumbrar su alma.

    En una de las muchas charlas efectuadas con su madre, me dijo: —Me gustaría que escribieras mi esquela al morir.

    Nunca imaginamos que primero fallecería su hijo, porque siempre pensamos que somos los padres quienes partiremos primero, que ellos serán quienes nos entierren y que seguiremos el orden natural de la vida que hemos creado en el imaginario. Pero la realidad siempre es más inoportuna, cruel e incierta; nos atrapa dentro de la cotidianidad, haciéndonos perder la oportunidad de expresar nuestros sentimientos.

    El “hubiera” llega para instalarse en el subconsciente, removiendo los escombros de lo que nos faltó por hacer, por cambiar y por decir. Sin embargo, la fuerza de las embestidas trae muchas lecciones que debemos aprender y poner en práctica.

Conocí a Jorge como hijo de una gran maestra y amiga, como alumno de la Escuela Secundaria Técnica. Con el paso de los años, lo vi convertirse en un profesionista dentro del campo de la docencia. Siempre admiré su pasión y amor por la lectura, su facilidad de palabra y el cúmulo de conocimientos que obtuvo de su inmersión en las letras. Estos mundos imaginarios lo llevaron a la expresión escrita, que plasmó en prosa poética, enfocando su quehacer literario en la producción de versos libres, donde desahogaba sus miedos, inquietudes y zozobras, pero también sus sueños y alegrías.

    Estudió a los poetas malditos del siglo XIX, cuya poesía se caracteriza por su rebeldía, subvirtiendo la moral de la época. En ellos encontró el encuadre perfecto de expresión para verter su obra, adquiriendo un estilo y voz muy propios, sembrando en su parcela de lenguaje personal. Presentó su obra ante uno de los grandes íconos de nuestra región,Carlos Montemayor, quien reconoció en sus letras la fuerza y potencia de un joven listo para trascender. Posteriormente, el poeta y escritor parralense Federico Corral Vallejo lo impulsó a publicar su primer poemario, Pequeña dicha de náusea. En 2022, ganó el Premio Nacional de Poesía “Saúl Ibargoyen” con su texto Ambigua compilación de cosas sin importancia.

    Fue promotor del club literario “Letras Borrachas”, donde muchos jóvenes encontraron el espacio perfecto para escribir y declamar sus versos.

    Consciente de su potencial y del impacto que su presencia generaba entre los jóvenes, lo invité a participar como conferencista e impulsor de la lectura y la escritura, tanto en la Escuela Secundaria Técnica 70 como en la Escuela Normal Superior “Profesor José E. Medrano”, además de ser invitado especial en otros proyectos literarios, como los “Encuentros de Escritores Parralenses”, coordinados por Federico Corral.

    Sin duda alguna, me siento conmocionada y conmovida ante su deceso, no solo por la cercanía y familiaridad, sino porque se ha perdido un hijo, un padre, un maestro, un amigo  y un hombre de letras.

    Sirvan estas palabras como un homenaje a Jorge Luis, a sabiendas de que quien deja su obra impresa jamás muere, porque sus versos seguirán hablando por él, como un rayo que no cesa en su resplandor, llevando destellos de luz. Porque tanto el lector como el escritor permiten que los textos tengan vida y, aun después de la muerte, sus pensamientos siguen latiendo.

    Así, Jorge Luis Sandoval Moreno trasciende en cada página escrita, en cada verso declamado, en cada lector que se encuentre con su obra. Su esencia se mantiene viva en las letras que dejó, en las voces que lo recuerdan y en la memoria imborrable de quienes lo amamos. Que su poesía siga fluyendo, eterna y luminosa, como testimonio de su existencia.

sábado, 1 de febrero de 2025

Cumpleaños de Chayito y Malaquías


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Huella indeleble










    Debiéramos darnos un tiempo para escribir sobre las personas en vida, pero la existencia transcurre tan rápido que, a menudo, la muerte nos sorprende, arrebatándonos la presencia de esos seres especiales que han dejado huella en nuestro camino. Marcaron pautas, abrieron senderos y forjaron lazos imborrables en nuestro contexto inmediato y mediato.

    Sin lugar a dudas, no existen caminos sin obstáculos ni rosas sin espinas, como tampoco hay una biografía sin heridas. Algunas sanan con el paso del tiempo, otras permanecen como cicatrices imborrables, y unas más resultan decisivas, trazando el umbral antagónico de la vida y cerrando un círculo que, a su vez, abraza la memoria colectiva e impregna el sentir de familia y comunidad.

    Hoy me permito ser portavoz del pueblo ballezano para expresar los sentimientos que embargan el alma tras la pérdida de un amigo, un compañero, un ser humano excepcional: el doctor Enrique Carrillo Ronquillo (15 de octubre de 1956 - 20 de enero de 2025). Su vida quedó atrapada entre dos fechas emblemáticas, marcando un punto de inicio y otro de despedida, pero su legado permanece imperecedero en los corazones de quienes tuvimos la fortuna de conocerlo.

    Hago uso de los recuerdos atesorados para honrar su memoria. Expresarlos a través de las letras es una encomienda de amor y gratitud, con la intención de transmitir a su familia el cariño, la admiración y el respeto que supo ganarse en nuestra comunidad.

    En 1982 llegó a Balleza con una maleta cargada de sueños e ilusiones. Recién egresado de la Facultad de Medicina, traía consigo el conocimiento para combatir el dolor y la enfermedad, la calidez para ganar amigos y los valores que marcaron su andar profesional y personal. Su bata blanca no solo era un símbolo de su profesión, sino el reflejo de su entrega inquebrantable, su vocación de servicio y su amor incondicional por el prójimo.

Su presencia fue sinónimo de esperanza. Atendía a quien lo necesitaba sin importar la hora ni el cansancio, brindando un diagnóstico certero, una palabra de aliento y unas manos dispuestas a sanar. Su compromiso con la salud y el bienestar de su gente trascendió más allá de una consulta; fue un apoyo incondicional, un guía y un amigo para muchos.

    De su unión matrimonial con su amada esposa, Juana Camacho Domínguez, nacieron cuatro bellos frutos: Clemencia Karina, Blanca Patricia, María Isabel y Flor Alejandra Carrillo Camacho. Su árbol genealógico se expandió con la bendición de sus seis nietos: Brenda Yahaira Martínez Carrillo, Jorge Alexis Carrillo, Manuel Enrique Martínez Carrillo, Yaritza Isabel Carrillo, María Fernanda Sánchez Carrillo y Ana Lucía Gómez Carrillo. Además, le sobreviven sus hermanos: María Elena, Salvador, Norma Teresa, Luis y Martha Irene Carrillo Ronquillo.

Hoy en día, el dolor cimbra las fibras del alma, su familia llora su partida, el pueblo lamenta su ausencia,  pero su legado permanecerá en cada vida que tocó, en cada familia que ayudó y en cada corazón agradecido por su bondad. No se ha ido del todo, porque quienes dedican su vida al servicio de los demás,  jamás mueren en el recuerdo de su gente.

    Descanse en paz el doctor Carrillo. Su ejemplo seguirá iluminando el camino de quienes, como él, ven en la medicina un acto de amor y entrega, buscando combatir la enfermedad y el dolor, y con sus conocimientos y experiencia, resarcir el proceso dinámico y ordenado de la vida.


domingo, 26 de enero de 2025

Un asomo a Deleuze





"Gilles Deleuze fue uno de los pensadores más influyentes del siglo XX. Habiendo nacido en París en 1925, durante su vida fue testigo de acontecimientos que conmocionaron al mundo y cambiaron permanentemente a la filosofía, la política, la literatura, la música, el teatro, el cine y la pintura, siendo él mismo un importante agente reflexivo que contribuyó a la transformación de tales ámbitos. Este profesor de la Universidad de París destacó cual historiador de la filosofía por sus estudios sobre Nietzsche, Leibniz, Spinoza, Kant, Foucault, Bergson, Hume, etc., pero sobresalió todavía más por abordar su época a través de la creación de conceptos que aún hoy nos ayudan a “desplegar” la realidad con mayor amplitud que antes. Así, recordando su “diferencia” y su “repetición”, su “copia” y su “doble”, su “multiplicidad” y su “virtualidad”, entre otras ideas que han trascendido a su patria y tiempo…". 
 Lee todos los contenidos de esta edición en este enlace:


Un asomo a Deleuze


Su filosofía no es un puerto de llegada,

tampoco de salida,
es campo que se expande en el horizonte,
viento que azota, abre puertas
y resquebraja los muros de la razón.


Deleuze, pensador complejo,
como un mapa sin especificaciones,

sin exclusividad en señalamientos,
con multiplicidad informativa,

tras la representación territorial;
flujo interminable de conceptos
que se pliegan, se expanden, se reconstruyen

Su esencia,

bagaje diferenciado de lo ya escrito,
rizomas que crecen sin raíz,
trazos que se cruzan,

se cuestionan, generando perspectivas.


Es deseo que se enreda en la materia,

funciona como inminente causa,
como la hierba que no pregunta
¿Dónde empieza el suelo?
¿Dónde termina el cielo?


Concepción ontológica del caos

con movimiento y velocidad infinita,

abismal.


Posee un oscuro pensamiento,

caótico, inmanente,

va tras la búsqueda de la diferencia,

basada en la repetición,
a veces es lineal, oblicuo, disperso,

desear es producir,

no en lo singular, sino en conjunto

construir.


El ser es génesis,

diferencia que crea y que genera

y como llega, se difumina, se evapora. 


Es ontología pura,

categorizante;

porque nada es estático,

todo es movimiento.


Su filosofía
nunca es un punto fijo,
nunca una verdad cerrada.
Es danzar en lo inacabado,
en lo incompleto,
en la creación continua
de lo posible.


Esquizoanálisis del mundo,
explosión de las categorías,
revolución de las formas,
maquinaria deseante que respira
en cada espacio,
en cada límite roto
por la potencia de lo múltiple.


Nada se detiene,
todo se conecta,
un rizoma que se despliega
más allá del pensamiento.

La totalidad se individualiza en máquinas:

el ser humano es máquina,

los objetos circundantes son máquinas, 

la naturaleza es máquina

Todo lo que existe es una gran máquina

que envuelve a otras maquinitas.


La realidad es cambio constante

pliegues de un devenir
que nunca deja de moverse,
que nunca deja de transformarse.


Glosario:

Rizomas, estructuras sin jerarquía ni centro, que crecen sin raíz.

Esquizoanálisis , es una teoría alternativa del psicoanálisis y a la vez contrapuesta a este. Lo ataca en dos puntos principales que conciernen tanto a su teoría como a su práctica: su culto a Edipo y su reducción de la libido a catexis familiaristas, incluso bajo las formas encubiertas y generalizadas del estructuralismo o del simbolismo.


viernes, 24 de enero de 2025

Los ecos del ayer






https://oem.com.mx/elsoldeparral/analisis/espejos-de-vida-los-ecos-del-ayer-21354334

                                                             Los ecos del ayer

Al paso del tiempo, he aprendido a discernir la génesis y los procesos circunstanciales de mi entorno mediato e inmediato, dando forma y color a los personajes y eventos que son partes inherentes de mi vida. Algunos de estos quedaron atrapados, deambulando por los rincones más profundos de la memoria; otros tantos son producto del deseo de revivir el pasado.

Nuestra vida se compone de esos pequeños fragmentos, que al volver a unirlos, dan forma y sentido a las emociones. La visita a nuestro pueblo nos regala baños de sol y luna, cobijados por un cielo diáfano o estrellado que ha guardado por muchas generaciones los secretos del universo, emitiendo susurros a veces indescifrables; otros, tan claros, que son capaces de penetrar hasta el subconsciente.

Los murmullos del viento esparcen rumores por un horizonte extendido que atrapa y cobija sueños e ilusiones, el mismo que ha sido cómplice de confidencias, leyendas e historias que dieron cimiento y estructura a esta personalidad, investida de un pensamiento idealista y soñador.

Los recuerdos se cimbran al compás del tiempo. El ayer cobra vida como si estuviera en un compás de espera, resurgiendo a la evocación. Las nubes flotantes y danzarinas de memorias se engarzan, y las partes van formando un todo en una línea cronológica que da coherencia y significado.

Cierro los ojos y permito la expansión de mis sentidos. Ahí está esa casa color verde y finca de adobe, con tan solo cinco habitaciones: la cocina, dos recámaras, la sala y el comedor, además del cuarto de baño. Mis sentidos se propagan al máximo; puedo ver cómo los objetos inanimados adquieren vigencia: la estufa de leña encendida, con unos sartenes que contienen los alimentos preparados por las santas y benditas manos de mamá; el café hirviendo, esparciendo su fragancia inconfundible de esa mezcla de grano, piloncillo y canela; las tortillas de harina cubiertas por un esplendoroso mantel blanco.

Los personajes tienen voz y movimiento. Experimento un placer infinito al reencontrar los sonidos peculiares y tan característicos de cada uno de ellos. Corro y me refugio en los brazos maternos; siento el calor y el palpitar de su corazón en mi oído. Desde que tengo memoria, ese recuerdo me acompaña por siempre:

—“Bum, bum, bum” —entablando un contacto directo con el cordón umbilical invisible que nos mantiene unidas, a pesar de que ella trascendió a otra esfera del tiempo.

En ese espacio transcurrió gran parte de mi infancia y adolescencia. En el instante preciso del nacimiento de mi hermano menor, mamá sembró una lila al frente de la casa, pensando que, al igual que esa indefensa criatura que recibió orgullosa en sus brazos, necesitaría cuidado, esmero y dedicación, a sabiendas de que su sombra prodigiosa retribuiría con creces las atenciones recibidas.

De esa manera, cada día de nuestra existencia, fuimos creciendo a la par: la lila, expandiendo sus raíces dentro de la tierra, alimentando un tronco firme que, a la vez, dio origen a ramas que fueron desarrollándose en diferentes direcciones.

Todos pagamos la factura de los años. Mi padre falleció cuando aún éramos niños, mamá quedó al frente del hogar. La lila sufrió también las embestidas e inclemencias del tiempo y hubo que replantarla en varias ocasiones. Cada uno de los hijos formamos nuestro propio hogar y mamá quedó viviendo sola, con sus recuerdos y esperando con ansias los momentos en que la íbamos a visitar.

Los años siguieron su curso; ella fue envejeciendo y albergando las dolencias propias de la edad, hasta que el día 23 de enero del 2018 emprendió el vuelo final, dejándonos en la más completa orfandad.

Desde entonces, volvemos con nostalgia a nuestro primario y solitario hogar. Cuando la tristeza cubre el alma, y se apodera del corazón, se hace difícil incluso respirar, entonces, debemos nutrir el espíritu con esos aromas y recuerdos del ayer,   volver a visitar cada lugar que guarda el eco de sus pasos, de su risa, de su voz, en la tumba que guarda sus restos, en el aire del pueblo, en el abrazo confortante de los hermanos, porque el amor de una madre nada ni nadie lo puede reemplazar, ni tampoco es factible de olvidar.

 

martes, 21 de enero de 2025

“De amor y de sombra”


https://oem.com.mx/elsoldeparral/analisis/de-amor-y-de-sombra-21253256

“De amor y de sombra”

    Es el segundo libro de una de las plumas más proliferas de Latinoamérica, Isabel Allende, quien a través de la narrativa en tercera persona y utilizando a los protagonistas Irene Beltrán y Francisco Leal, pertenecientes a esferas sociales muy diferentes, pero que son reunidos por el contexto histórico, van gestando un romance apasionado. 

    Esta novela se presenta en 1984, siguiendo a “La casa de los espíritus” (1982), aborda de alguna manera una secuencia de eventos descriptivos, detallados y autobiográficos que relata la escritora Isabel Allende sobre el golpe de estado y la dictadura militar que aconteció en Chile en 1975, misma que fue vivida por la autora, al tener una relación consanguínea muy cercana con el entonces presidente Salvador Allende.
Ambas novelas han tenido una aceptación tal, que fueron llevadas al cine y se convirtieron en el parteaguas de continuas producciones literarias que abordan temáticas como el papel de la mujer, el rol que guarda la memoria escrita y el rescate de información, derivado de su formación periodística; Isabel además es reconocida guionista, y su éxito como escritora le llevó a ser galardonada en el año 2010, con el premio nacional de literatura en Chile. Es una de las escritoras con más libros vendidos y traducida a más de cuarenta idiomas. 

    “De amor y de sombra” es un libro de 268 páginas, que atrapa al lector desde el inicio de su historia, que comienza con la dictadura de Pinochet, marcando eventos cruciales en el país, como la desaparición de sindicatos, la disolución del congreso y la pérdida de la libertad de expresión. En su narrativa se encuentra un modelo económico decadente, representado por tres familias de distintas clases sociales, quienes fueron partícipes directos de estos eventos y presentan una perspectiva de los hechos de acuerdo a su condición social.  

    Las descripciones detalladas son concisas y desgarradoras, puede sentirse el dolor, impotencia y desesperanza del pueblo ante las vejaciones cometidas en nombre de la ley; presenta a un ejército corrupto que acude a las más terribles torturas para conseguir su cometido, pero también muestra a una iglesia muy humana y solidaria que utiliza el poder para ayudar y proteger a sus hermanos. 

    La depresión, el desabastecimiento, el hambre, la tortura, la manipulación de la información, el entrenamiento del ejército que condiciona la mente de su gremio para dormir la conciencia y la razón, hay incesto, suicidio, aborto, exilio, deserción, política, asesinatos, desaparecidos, religión y represión. 

    Todos y cada uno de estos temas son detallados meticulosamente, permitiendo al lector imaginar y experimentar las emociones y sentimientos generados, ya sea por los encuentros amorosos o   eventos fortuitos y cotidianos, como cuando describe la matanza y agonía de un cerdo, que se tenía destinado como platillo principal para la festividad en puerta. 

    En medio de hechos históricos como los cacerolazos, se desarrolla una historia de amor y tragedia que enfrenta al sistema dictatorial, actuando por convicción y decisión de denunciar los hechos y de que la verdad sea conocida por el mundo entero. 

    Sírvase esta breve reseña para incentivar su lectura, terminando con una de sus frases célebres respecto al amor: “El amor nos vuelve buenos. No importa a quien amemos, tampoco importa ser correspondidos o si la relación es duradera. Basta la experiencia de amar, eso nos transforma”. 

Por Cuquis Sandoval Olivas

sábado, 11 de enero de 2025

"Las horas contigo"





Por Cuquis Sandoval Olivas
    El cine, conocido como el séptimo arte, es una forma de expresión que combina con maestría los seis artes previos, creando una sinergia única. Surgió en 1895 como un medio para narrar historias mediante la proyección de imágenes en movimiento. En sus inicios, era un cine mudo y en blanco y negro, pero con el tiempo, ha evolucionado hasta convertirse en una industria que incorpora tecnologías innovadoras y ofrece experiencias inmersivas.

    Este análisis tiene como objetivo explorar, desde una perspectiva profundamente personal, la película mexicana “Las horas contigo”, escrita y dirigida por Catalina Aguilar Mastretta, y llevada a la pantalla grande en 2014. Filmada en la Ciudad de Puebla, esta obra cinematográfica se inscribe en el género dramático y destaca por su sensibilidad y profundidad emocional.

    La ambientación y los escenarios de la película invitan al espectador a adentrarse en un baúl lleno de introspecciones. Nos sitúan en un entorno donde los recuerdos y las reflexiones familiares afloran, mostrando cómo, dentro de la cotidianidad y el núcleo familiar, se entretejen historias de vida que influyen profundamente en nuestras relaciones interpersonales. En este caso, se exploran los lazos afectivos entre tres generaciones: abuela, madre e hija, y los conflictos emocionales que surgen a lo largo de los años.

    Sin lugar a dudas, esta película tocó las fibras más íntimas de mi ser, no solo por la temática abordada, sino también por la brillante interpretación del elenco artístico. Con una narrativa conmovedora, la cinta profundiza en temas universales como el amor, la convivencia, la maternidad, la fe y los conflictos internos. También aborda de manera honesta y valiente las emociones que surgen ante un embarazo no planeado fuera del matrimonio, y el duelo anticipado que acompaña a la vejez, la enfermedad y la inminencia de la muerte.

    Uno de los aspectos más impactantes de la película es cómo presenta el ciclo de la vida: el inicio de un nuevo ser que se gesta y la despedida de una anciana que ha cumplido su ciclo vital. Esto crea un ambiente íntimo y conmovedor, donde los lazos afectivos se reafirman en medio de la incertidumbre y el dolor. Además, refleja los sentimientos encontrados de la familia frente a la pérdida: el amor, la desesperación, la resignación y, finalmente, la aceptación.

    La película nos invita a reflexionar sobre nuestra propia humanidad y vulnerabilidad. Nos vemos reflejados en ese espejo, pues todos, en algún momento, hemos enfrentado la pérdida de un ser querido y hemos navegado por el mar de emociones que conlleva la despedida. “Las horas contigo” es un recordatorio de que, aunque la vida está marcada por la impermanencia, los vínculos familiares y el amor nos ofrecen un refugio ante lo inevitable.

    En enero de 2018, nuestra familia vivió un drama profundamente similar. Mamá, una anciana de casi noventa y cinco años, quien siempre fue un ejemplo de fortaleza y salud inquebrantables, un día no pudo levantarse de la cama. Desde ese momento, día tras día, fuimos testigos de su inevitable deterioro físico, hasta que finalmente exhaló su último aliento. Pese a todo nuestro amor y dedicación, su amada familia no pudo hacer nada para mitigar los estragos que su cuerpo ya no podía soportar.

    Cumplió su ciclo de vida, dejando tras de sí un vacío profundo. Su ausencia es un dolor que trasciende los límites del tiempo, una herida que permanece abierta, aferrándose a los fragmentos del recuerdo. A veces parece que su presencia sigue viva en los pequeños detalles cotidianos: en su sonrisa que iluminaba cualquier momento, en sus palabras sabias que nos guiaban, y en el amor infinito que nos brindó incondicionalmente.

    Hoy, aunque el dolor sigue latente, también nos queda la gratitud de haberla tenido  por tantos años. Su vida fue un ejemplo, un legado de amor, fortaleza y resiliencia que llevamos con nosotros como un faro que nos ilumina aun en los momentos más difíciles. Cada recuerdo suyo,  es como una caricia para el alma, un recordatorio de que su luz nunca se apagará en nuestros corazones.

lunes, 6 de enero de 2025

Dependencia, Dos Jotabé por ntra.Embaj.Cult.Cuquis Sandoval Olivas


Cuquis Sandoval Olivas
México
Nivel 1
Clase 9, tema: “Adicciones”
Derechos de autor reservados por el Tratado de Berna
Prof. Ada Zagaglia

Dependencias, 2 JB 

Hoy deseo abordar una temática 
dura que presenta una problemática

Se adentra al mundo de las adicciones 
por curiosidad y las tentaciones
a pesar de las organizaciones
que informan y explican las afecciones

Dan lugar a conductas impulsivas
que así mismo se vuelven expulsivas

Realidades por demás dramáticas,
universo colmado de tensiones
con manifestaciones compulsivas


Sus efectos suelen ser tan eufóricos
además, comportamientos pletóricos

Invenciones de ilusiones fantásticas
son alucinaciones tan elásticas 
sin emoción, con expresiones plásticas
con una y mil alteraciones drásticas

Perdidos en las nubes embriagantes
de la tristeza cambian a radiantes

Dependencias, que vienen de teóricos
se siguen incrementado muy erráticas
haciendo aún, mucho más daño que antes

sábado, 4 de enero de 2025

Un nuevo comienzo









Un nuevo comienzo
“Fin de año no es un principio, sino una marcha con toda la sabiduría que la experiencia puede inculcar en nosotros”.
Hal Borland
    Con esta frase introductoria del escritor estadounidense, iniciamos un nuevo libro titulado “2025”, donde cada uno de nosotros se convierte en autor, escribiendo con palabras nuestra propia historia de vida. Al mismo tiempo, somos los personajes principales, con voz y voto para elegir la ambientación, trama y argumento.

    Podemos planificar algunas acciones basadas en nuestras costumbres cotidianas, que en cierta forma ya están impresas en el calendario del inconsciente, aunque nunca podremos conocer los resultados hasta haberlas vivido y saboreado con intensidad.

    Por lo general, empezamos el mes de enero con propósitos firmes para mejorar nuestro estilo de vida, el manejo de las emociones, nuestra productividad y las cosas positivas que podemos lograr con cambios de actitud y hábitos saludables. Sin embargo, la gran mayoría de estas intenciones se van quedando extraviadas en el trayecto. Gracias a la experiencia, que es la máxima autoridad en la enseñanza y aprendizaje de la vida, logramos hacer algunos cambios significativos, cuyos resultados  enaltecen nuestra seguridad y confianza.

    Cuando resguardamos esas metas y objetivos, podemos contrastar el camino recorrido y lo que nos falta por andar. Así, estas metas se convierten en catalizadores y plataformas de arranque para seguir avanzando hacia nuestras utopías.
Esas bitácoras nos permiten reflexionar sobre el trayecto recorrido, los obstáculos enfrentados, las estrategias implementadas y las personas que estuvieron a nuestro lado para fortalecer y enriquecer las experiencias. Finalmente, cada tropiezo es un descanso, un alto que permite mirar hacia arriba, valorar los desafíos, levantarse e iniciar de nuevo.
Estos ejercicios introspectivos impulsan a proyectar nuevas metas y proyectos hacia un mañana más consciente y equilibrado, además de que el análisis genera claves que transforman las rutinas en aventuras llenas de emoción y expectativas. Cada pequeña victoria se convierte en una fuente de inspiración y un respiro abrazador a la  seguridad y autonomía.
“2025” no es solo un año que comenzamos con sueños y expectativas; es un lienzo en blanco. Cada decisión,  acción y persona a nuestro alrededor,  añaden trazos a la obra que definirá nuestro camino. Con cada paso firme o tambaleante, construimos el relato único e irrepetible de nuestras vidas.

    Termino esta somera reflexión retomando algunos consejos sabios: No esperemos el mañana para cambiar, el cambio empieza en nosotros mismos e irrdia tal luz y fuerza que su brillo y calor llega hasta los demás. 
Hay que recordar las mieles del pasado sin perdernos en su deleite,  trabajar para el futuro, sin olvidar el presente, que al final es la única certeza real; hagamos que cada segundo cuente y valga la pena de ser vivido. 

    Alejemos la amargura de nuestro corazón, para dar paso al amor, la alegría y el optimismo. Todo aquello que hemos visualizado y verbalizado como  imposible, en realidad solo necesitamos trabajar con ahínco y compromiso  en ello para convertirlo en posible.
 
    Feliz año nuevo para todos y cada uno de ustedes. 

Maestra Cuquis Sandoval Olivas


sábado, 28 de diciembre de 2024

La envidia y el éxito






                                                      Imágenes copiadas de la red. 

                                    La envidia y el éxito
Por Cuquis Sandoval Olivas

    El bosque era el lugar ideal donde sus habitantes podían coexistir, compartir y aprender unos de otros, encontrando en la naturaleza su mayor aliada. Esta era capaz de proporcionar alimento, cobijo y una escuela abierta al aprendizaje. Sin embargo, no todo era ideal; también cohabitaban los antagónicos, aquellos que se empeñaban en mostrar el lado oscuro, buscando opacar la luz y llenar de sombras los pensamientos y acciones de los demás.

    Esta constante lucha de poderes, de alguna manera, favorecía a ambos bandos. Por un lado, estaban los valores universales, esos que habían sorteado toda clase de obstáculos y seguían vigentes a pesar del tiempo. Saber que existían los contravalores mantenía a los habitantes en alerta, lo que les permitía ser más precavidos y reflexionar sobre sus acciones. Además, los llevaba a escucharse unos a otros para retroalimentarse y a buscar el ansiado equilibrio que tanta paz les proporcionaba.

    Por otro lado, para los contrarios, no había momentos de sosiego ni oportunidad de entrar en una zona de confort. Su misión era, precisamente, desestabilizar, idear estrategias que cambiaran el rumbo original, sembrando sueños efímeros, quimeras, desazón e inconformidad.
Recientemente, se había efectuado una asamblea general donde, por mayoría de votos, se coronó al Éxito como el valor del mes. Este caminó entre la concurrencia, llegó hasta el estrado e inclinó su cabeza para recibir ese símbolo de grandeza. Fue invitado a pronunciar su discurso de agradecimiento y dijo:

    —Compañeros, agradezco con el alma esta distinción y puedo decirles que el camino no ha sido fácil. He encontrado las espinas de las rosas mientras cumplía los objetivos trazados para alcanzar la meta. Sin embargo, al llegar ahí, me he dado cuenta de que solo es una puerta, un símbolo de transición hacia nuevas oportunidades. Ese arco permite la entrada triunfal a una bifurcación de caminos que me invitan a seguir avanzando y enfrentar nuevos retos.

    Sus palabras fueron ovacionadas entre gritos y aplausos que mostraban el júbilo de la concurrencia. Estaban tan abstraídos en su contento que no percibieron que, agazapada en un rincón, estaba la Envidia. Ese sentimiento de tristeza o pesar por el bien ajeno había dibujado en su rostro un rictus de amargura e inconformidad. Sus ojos destellaban ira e impotencia mientras su pensamiento volaba con velocidad inaudita, buscando mil maneras para que el Éxito fracasara en su encomienda.
La Envidia nunca estaba conforme. Desconocía la sensación que brinda la felicidad. Si veía a un pájaro volar, deseaba sus alas; del colibrí, sus colores; del búho, su sabiduría; del águila, su visión; de la liebre, su rapidez; del ciervo, su velocidad; de la tortuga, su paciencia; del sol, su fuerza; de la luna, su belleza; de Éxito, su corona y el reconocimiento de sus compañeros. La lista de atributos que deseaba era interminable.

    Fue en ese momento cuando decidió que nadie podía ganarle. Debía empezar a trabajar en sí misma con más ahínco para sobresalir en todo lo que emprendiera.

    La Prudencia, al percatarse de su presencia, notó que la sombra que emanaba crecía rápidamente, tratando de apoderarse de la conciencia de los demás. Entonces emitió una alerta, tomó el micrófono y dijo:

    —Recuerden que existe la ambivalencia. Reconocemos ambos lados por su proyección. No permitan que las sombras superen a las luces. Debemos seguir unidos porque es la mejor forma de prevalecer, transformar los impulsos en sueños alcanzables y estar abiertos para aprender de los demás.

    Este texto muestra a la Envidia como una emoción perjudicial, pero que, al mismo tiempo, puede convertirse en una fuerza motivadora para el constante mejoramiento personal.

viernes, 20 de diciembre de 2024

Navidad, un viaje a través de los sentidos
















               Navidad, un viaje a través de los sentidos

    Desde que tengo memoria, la época navideña ha ocupado un lugar especial en mi entorno, no solo por las tradiciones, ritos y símbolos que le dan sentido, sino también por el calor y la unión familiar que proyectan una luz hacia nuestro interior, iluminando incluso los rincones más escondidos. En ese espacio, los recuerdos vinculados a momentos y personas cobran vida, emergiendo con emociones a menudo contrastantes: amor, felicidad, tristeza, añoranza por quienes ya no están, por la pérdida de la salud y la alegría de vivir. 

    A pesar de las dualidades que nos presenta la existencia misma, valoramos este tiempo y las experiencias que nos rodean de estímulos positivos.

    Nuestra vida, es esencialmente sensorial, responde a los estímulos, y durante la Navidad los sentidos se intensifican. Este periodo invita a la introspección, a reflexionar sobre el tiempo vivido y a proyectarnos hacia el futuro. Se despierta el placer de dar y recibir, como una forma de conectarnos con el mundo que nos rodea.

    La vista se deleita con escenarios iluminados por intensas luces de colores que evocan emociones y recuerdos. A ello se suman los elementos creados por el ser humano y la publicidad, diseñados para enriquecer el panorama visual, aunque los detalles naturales, como los pinos o las ramas desnudas que enfrentan el invierno con sobriedad, tienen un encanto único al prepararse para la próxima estación.

    El oído se llena de las melodías de los villancicos, que despiertan sentimientos de calidez, alegría y gratitud. La música, como lenguaje universal, crea recuerdos que se entrelazan con nuestras emociones. Por su parte, el olfato capta fragancias propias de esta época: el aroma del clima frío, la humedad, y los olores de bebidas y alimentos que despiertan memorias profundamente arraigadas, transportándonos a momentos y lugares significativos.

    El sentido del tacto se activa en cada detalle: el calor de una bebida, el contacto de una mano amiga, un abrazo sincero, o la suavidad de una manta que cobija nuestros sueños. También está presente en gestos cotidianos, como pasar las páginas de un libro o sentir el agua tibia durante un baño relajante.
El gusto, por su parte, se enriquece con sabores propios de la temporada. Los platillos navideños, desde el tradicional recalentado hasta las recetas familiares, despiertan nuestras papilas gustativas, vinculando estos sabores con momentos únicos y entrañables.

    La unión de los sentidos nos permite experimentar esta temporada de manera plena, un tiempo para fortalecer lazos emocionales y afectivos, consolidar el pasado con el presente y proyectarnos hacia un futuro más esperanzador. Es un periodo que, aunque nos recuerda los obstáculos y desafíos de la vida, también nos invita a comenzar de nuevo, a escribir un capítulo renovado lleno de posibilidades.

    Esta época nos invita a cultivar valores universales como la gratitud por los dones recibidos, la magia de cada amanecer y el regalo de la vida misma. El amor, motor y fuerza de nuestras acciones, nos inspira a tender puentes de empatía y apoyo mutuo frente a los desafíos.

    Recibamos este último mes del año como un momento para reflexionar sobre los logros y experiencias acumuladas. Adornemos no solo nuestro entorno con luces y decoraciones, sino también con el brillo de nuestras acciones hacia los demás. Que la magia de esta temporada envuelva al mundo con paz, perseverancia y la búsqueda constante del bienestar colectivo. Seamos portadores de esta luz y compartámosla con las nuevas generaciones.

    Que esta Navidad sea un tiempo de reflexión y gratitud, un momento para redescubrir nuestras raíces y fortalecer los lazos que nos unen. Celebremos el milagro de la vida, compartiendo luz y esperanza con quienes nos rodean.

     Brindemos por nuevos comienzos y proyectemos acciones que dejen huella más allá del tiempo. ¡Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!