El 21 de marzo, es el día que se conmemora la entrada de la primavera, en México celebramos el nacimiento del Benemérito de las Américas, Benito Juárez, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a partir de 1999, adoptó esta fecha para festejar el día Mundial de la Poesía.
La etimología de esta palabra alude a la creación o producción donde se privilegia la reinvención de las palabras, mismas que pueden ser trasmitidas en forma de prosa o verso, utilizando recursos literarios que dan realce a su contenido, provocando la expresión de pensamientos pletóricos de emociones y sentimientos. El poeta pone alas a las palabras, con música, ritmo, armonía.
Cada contexto ha tenido sus propios creadores de invención poética; se presenta un breve recorrido en la línea del tiempo.
Este género literario data desde antes de la invención de la escritura, se trasmitía de forma oral, por lo que era concebida para ser cantada. Se clasifica en: poesía épica que alude a la narración de batallas o guerras; la dramática, escrita para ser representada en el teatro; poesía lírica: himnos, odas; poesía coral y la bucólica o pastoral.
La poesía lírica nace en Grecia en el siglo VII a.C. posteriormente los romanos escribieron los poemas épicos. Durante la edad media, surgieron los juglares y trovadores; en el Siglo de Oro español, florecen los temas clásicos, destacando los poetas: Lope de Vega, con su poesía filosófica, moral y religiosa y Calderón de la Barca, cuya obra cumbre es “La vida es un sueño”, su contenido cuestiona sobre el sentido de la vida mientras se encuentra en cautiverio.
En el siglo XIX, surgen los poetas universales como Walt Whitman con su visión cosmológica de la existencia, su sentido épico durante la guerra de sucesión, su lucha por la abolición de la esclavitud y su amplia visión que denota a un poeta que se adelantó a su tiempo, ajeno a prejuicios y reglas de su contexto.
En esta misma época, florecen los versos del poeta nicaragüense Rubén Darío, representante del modernismo y conocido como el príncipe de las letras.
Dentro de este devenir y cambios históricos, el siglo XX se ve influenciado por una creación poética más libre y subjetiva, destacando la poeta argentina surrealista Alejandra Pizarnick y la escritora y poeta estadounidense Silvia Plath, creadora del género “poesía confesional”.
En pleno siglo XXI la poesía sigue fluyendo y más poetas naciendo, con creaciones distintas, sin métricas ni rimas, pero si con cadencia, ritmo y contundencia en sus versos. Se encuentran reunidas las posibilidades estéticas de los siglos anteriores, impulsando nuevas formas de pensar, de sentir, de actuar y de escribir, buscando su reflejo en el retrovisor y su expansión en la globalización impulsada por las redes sociales.
Dice el poeta español Caballero Bonald: “La poesía es un hecho lingüístico que genera incluso por azar sus propios códigos iluminadores”.
Así que en este día Internacional de la Poesía, celebremos recordando esos versos que han dejado huella, que han marcado nuestro espíritu y trastocado el alma. Son muchos mis poetas favoritos, solo por nombrar algunos: Neruda, Borges, Villarrutia, Rosario Castellanos, Gabriela Mistral, Huidobro, Benedetti, Amado Nervo, César Vallejo, Sor Juana, Bécquer, Octavio Paz, quien decía: “La poesía es la memoria de los pueblos y la parte secreta del alma”.
Los versos son amplificadores del alma de quien los lee, son mensajeros en el tiempo, curan o dan nuevo aliento, con brevedad, silencios y musicalidad.
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