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Los
monólogos de la vagina
El domingo 27 de marzo, celebramos el día mundial del
teatro; sus orígenes datan de los siglos V y VI a.C. en la cuna de la civilización: Atenas Grecia,
existiendo desde ese momento, actores y público a quien va dirigido. En el
escenario designado, se narran acontecimientos que son representados en forma
de mímica, diálogos o monólogos. Entre los elementos claves se encuentra el espacio,
la iluminación, la sonoridad, el vestuario, pero esencialmente la calidad del
guion y la actuación efectuada.
Sírvase este breve preámbulo introductorio para reseñar
la obra “Los monólogos de la vagina”,
escrita en 1996 por la feminista estadounidense Eve Ensler, quien después de
entrevistar a más de 200 mujeres sobre sus experiencias personales acerca
de la menstruación, , el orgasmo, masturbación, parto, entre otros tópicos con
relación a la sexualidad, rescató la importancia de dar a conocer al público en
general estos monólogos donde la vagina se convierte en la protagonista principal
y expresa sin tapujos y con amplia libertad los miedos, angustias y placeres
que experimenta.
El teatro onírico, dirigido magistralmente por la C. Elena
Gutiérrez Sáenz, quien además de ser una excelente directora, es actriz y
guionista, que gusta de compartir su talento con la sociedad, por el solo
placer de ser, estar y contribuir, ya que sus obras son puestas en escena sin
ánimo de lucro. Ella porta con orgullo y conocimiento, esa antorcha de luz por
las bellas artes y esparce con entusiasmo y dedicación su pasión y alegría en
la enseñanza de la actuación. De tal
forma, que tuvo a bien adaptar esta obra y elegir a un elenco artístico que
puso de manifiesto su profesionalismo y entrega: Master en educación y periodismo Vianey Macías,
Master en educación Edith Tarín Barrón, Mary Sánchez Luna e Ingeniera Carla Navarro.
El teatro de la ciudad y el Palacio Alvarado fueron los
escenarios elegidos para la puesta en escena; cada detalle cuidado con
minuciosidad, desde la promoción, ambientación, música de fondo y la excelente
interpretación de cada una de las actrices, así como la respuesta inmediata del
público, con una asistencia total y ante cada interpretación, ovaciones
nutridas, que dieron muestra de su satisfacción y beneplácito ante el regalo
obtenido.
Hace un corto tiempo, la esencia medular de este
contenido se consideraba tabú, tema que solo debía abordarse en la intimidad y
bajo los velos de la discreción; entre menos sabía la mujer al respecto, más
pudorosa se consideraba; por lo que además de ser una obra sumamente divertida,
deja múltiples enseñanzas y reflexiones, permitiendo vislumbrar desde una
óptica diferente la violencia sexual que sufre la mujer en distintos ámbitos,
desde el familiar hasta contextos inmediatos y externos, como el no ser
informada y preparada en la llegada de la
menstruación, el desconocer el
potencial de su cuerpo para brindarle placer, no ser comprendida y atendida sexualmente por su pareja, el ser auscultada
con poco tiento por obstetras y ginecólogos, el ser portadora de vida y su
vagina como canal de parto y en casos extremos, que desafortunadamente, se siguen presentando, la violación, no solo
en mujeres adultas sino en niñas. Se mencionaron datos estadísticos de los
casos que día a día se reportan, como los feminicidios, después de haber
sufrido torturas, la ablación y mutilación que se sigue practicando en muchos
países bajo el auspicio y mano de la propia madre o abuela.
Por este conducto, vaya ese reconocimiento y felicitación
para cada una de las que hicieron posible vivir la magia del momento. Gracias
por cada sonrisa y carcajada arrancada, por propiciar la reflexión y sobre
todo, por su valentía y compromiso con la sociedad parralense.
Gracias Dra. Sandoval por extraordinaria interpretación de esta efectivamente difícil lectura dramatizada, felices de contar con su asistencia. Le mando un afectuoso abrazo
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