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viernes, 26 de noviembre de 2021
Carta abierta
sábado, 20 de noviembre de 2021
viernes, 12 de noviembre de 2021
Actitud, carisma y servicio
Actitud, carisma y servicio
Un espacio
físico acoge y envuelve a quien lo visita. Los lugares que construimos y
habitamos cobran vida y color por los distintos personajes que transitan entre
sus muros; primeramente, atrapan las ideas, sueños y esfuerzos de quien los
planea, luego de quien los construye y hace palpables y visibles los objetivos
para lo que fueron diseñados.
El Gimnasio
Municipal de Parral, edificado en 1955,
bajo el emblema de promover la
cultura y el deporte de la comunidad y sus alrededores, es
histórico, alberga en sus rincones, el eco de los sueños que ahí se
construyeron, la adrenalina de los jugadores debatiendo en la duela su ímpetu y anhelo de sobresalir en el deporte,
venciendo al equipo contrario; sus historias y confidencias, los aplausos y
gritos eufóricos del público asistente, la multiplicidad de eventos que ahí se
celebran desde su fundación, tanto artísticos, como deportivos, municipales y
culturales y los servicios prestados por la gente contratada para mantener en óptimas
condiciones el inmueble.
Comparto una
breve reseña de un personaje parralense que prestó sus servicios por más de cuatro
décadas en este gimnasio, atendiendo con calidad y calidez a la función propia
para lo que fue contratado, consistente en el servicio de intendencia. El señor
Luis Juárez Herrera, quien nació el 21 de junio de 1944, se distinguió en su
etapa laboral por el carisma y simpatía brindada a la población concurrente,
así como su voluntad y atención en los servicios que era requerido su apoyo.
No hay trabajo
insignificante ni menos importante que otro, cada uno cumple un rol específico
para el mejor funcionamiento de las cosas. La actitud, carácter y personalidad,
es un ropaje que cada persona trae impreso en su actuar, la manera en que Luis
Juárez se desenvolvió en ese contexto, era siempre con respeto, cortesía,
puntualidad y eficacia en su labor. El hecho de limpiar la duela, los
sanitarios, el contexto externo, regar y cuidar los árboles, recibir a los
deportistas en la puerta de entrada con una cálida sonrisa de bienvenida, dar
respuesta a las preguntas y estar presto a la atención de las necesidades que
ahí se generaban, son factores coincidentes en el recuerdo impreso en la
memoria de quienes tuvieron algún contacto cercano con él.
Hace nueve años
concluye esta etapa de su vida, retirándose del trabajo y emprendiendo una
nueva aventura al lado de su familia; sin embargo, ese largo tiempo dejó
huellas grabadas en el interior de su corazón y baúl de los recuerdos,
considerando al gimnasio como su segundo hogar y los deportistas y público
asistente, otra familia con la cual compartía momentos inolvidables, envueltos
en las emociones y sentimientos generadas en cada evento.
Recientemente
tuve la suerte de coincidir y dialogar con él. Su mirada retrocedió a los
umbrales del pasado, externando algunos recuerdos, como el cariño y lazos de
amistad generados con muchos de los deportistas
que conoció en su camino, destacando con beneplácito el afecto y admiración
profesados al basquetbolista “Gato Muñoz” y a Marthita Baca, como entrenadora
de volibol.
Este sencillo
homenaje en vida, lleva la intención de reconocer su esfuerzo, entrega y
dedicación, así como el agradecimiento de la población parralense por su
servicio, dejando como legado para las nuevas generaciones, su actitud para
enfrentar las ambivalencias de la vida, su sonrisa abierta y franca, y el
despliegue de valores que siempre le caracterizaron.
viernes, 5 de noviembre de 2021
Reminiscencias de vida
https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-la-vida-reminiscencias-de-vida-7435756.html Reminiscencias de vida
“La rueda de la
vida” es el título que lleva el libro de Elizabeth Kübler-Ross, médica de
profesión y pionera de la tanatología, «disciplina científica que se encarga de
encontrar significados a la muerte, así como el ayudar a pasar por el proceso
de duelo» explica la autora que, al haber reconciliación con la muerte, se
aprende a valorar y amar la vida.
La palabra rueda
nos lleva a reconocer que hay un punto de inicio, que se va expandiendo cual
círculo concéntrico, atrapando en su núcleo a los apegos inmediatos que van
creciendo conforme se avanza en el desarrollo generacional; tiene también un
final, se cierra al completar un ciclo.
Volvemos al polvo y
finalmente, al paso del tiempo vamos cayendo en el pozo del olvido. Así lo dijo
el escritor argentino Jorge Luis Borges, en el soneto “El olvido que
seremos”: Ya somos en la tumba las dos fechas/del principio y el término. La
caja, / la obscena corrupción y la mortaja, /los triunfos de la muerte, y las
endechas/.
Generalmente,
cuando perdemos a alguien cercano, hacemos una parada introspectiva en nuestra
propia vida, buscamos las reminiscencias que nos unieron, tratando de rescatar esa
huella impresa en pensamiento y corazón.
Hoy quiero dedicar
estas palabras para una persona muy querida que acaba de emprender su último
vuelo, Dolores Sandoval Medina, mejor conocida como “Lolita” (1934-2021).
Su vida transcurrió
en el pueblo de Balleza Chihuahua, no contrajo nupcias matrimoniales, se dedicó
en cuerpo y alma al cuidado de sus padres y la tía María Medina hasta su
fallecimiento; fue pilar en el cuidado y sostenimiento del hogar, de sus
hermanos y posteriormente de sobrinos.
En lo que respecta
a su servicio comunitario, será recordada como una mujer de fe, con valores
religiosos cimentados desde su niñez, siempre estuvo al servicio de la iglesia,
ofrecía pláticas de preparación para bautismo, confirmación y otras: así mismo, se destacó como guía y promotora de
las festividades religiosas de la comunidad.
Ella, Catarina
Beltrán y otras voces, entonaban hermosos salmos y cánticos durante la
celebración eucarística o en las procesiones que se hacían por el pueblo.
Predicando la palabra de Dios con su ejemplo de servicio y altruismo hacia el
prójimo.
Aprendió desde muy
joven el arte de corte y confección, elaborando prendas especiales para
sacerdotes y los requeridos en el templo; atendía solicitudes personales de vestuario
y cuando la escuela secundaria de la localidad era por cooperación, fue
contratada para dar ese taller, además estuvo al servicio del DIF municipal en
algunos periodos presidenciales, impartiendo clases y preparando a todas las
mujeres que se enlistaban en sus cursos.
Yo visitaba su
hogar periódicamente durante mi niñez y adolescencia, en su casa siempre era
bien recibida con una sonrisa cálida y un abrazo amoroso; me encantaba escuchar
sus historias y saborear los distintos platillos que preparaba, así como el delicioso
pan horneado en la estufa de leña, que estaba resguardado en blancas
servilletas bordadas por su propia mano. Su cocina tenía el olor peculiar de
hogar, un dulzón aroma de café hirviendo y el sabor que se imprime en los
alimentos cuando se preparan con amor.
Tuvo una vida
plácida y tranquila, su hermana Alejandra le acompañó hasta completar su propio
ciclo de vida; entonces Lolita pasa al cuidado de su sobrina “Eloísa Ofelia
Sandoval Delval”, quien le atendió con amor, paciencia y dedicación hasta el
último momento de su existencia.
Vayan estas letras
como un homenaje a su vida, tratando de preservar su recuerdo.
Letras Musas págs. 50, 51
Corazón amortajado
Como un sollozo en la nevada
cual gota de sangre que tiñe su blancura
luz que se extingue difuminando en el horizonte
destellos oscuros, bosquejos inconclusos del pintor
de creación no finiquitada
Dunas sedientas, agujas de hiel
que lastiman, taladran, perforan y desangran
navaja que corta, filo que lastima
gritos de ayuda silenciosa
que busca llegar a la conciencia colectiva
Suicidio lento, se escucha en los acordes de violines
en el trinar de las avecillas, miradas
sin luz, sin alegría
primaveras sin crepúsculo, sin verdor, sin colores;
almas maltrechas
que no visualizan fulgores resplandecientes
de ilusiones y esperanzas
¿Qué pasa en tu interior coral de vida?
¿Dónde está la concha protectora que celosamente guarda los tesoros de tu
alma?
No riegues con tu sangre los caminos y los días
no es la puerta de salida, es naufragio, caer al abismo
a dimensiones y profundidades oscuras
Quizá atravieses la etapa de crisálida entre oruga y
mariposa
deja concluir la metamorfosis, se desplegarán tus alas
podrás planear sobre las olas de angustia
Zarpado en el oleaje discursivo
Escribo
para no perecer
navegando
en esa barca
que
no permite naufragar en el olvido
cortando
olas dentro de las tormentas
no
por esto, exenta de salir golpeada
Ante
la furia de la naturaleza
voy
soltando amarras
me
aferro al andamiaje tendido por expertos
fugosa
homofonía de redes extendidas a distancia
permitiendo
encontrar
connotaciones
significativas de la palabra
donde
el verbo resplandece con la aurora boreal
y
se tiñe con los colores difuminados del horizonte
La
mirada migra a la causalidad,
enfocando
la luz del faro del puerto
donde
duerme una multiplicidad de mundos
vestidos
de individualidad
Llegando
a casa,
la
aventura finiquitada es el preludio de una más;
es
un viaje excitante, interminable,
que
incursiona en recovecos, historias,
naturaleza
cambiante como el tiempo,
como
las palabras, que hacen gala de la combinación de recursos
para
embrujar las radiaciones del eco del pensamiento.
miércoles, 3 de noviembre de 2021
Revista latina N.C.
Noviembre
festivo
México,
es un país pletórico de cultura, tradiciones y festividades que se realizan a
lo largo del año; destaca entre estas, la de todos los santos y el de los
santos difuntos, que se celebran el 1º y 2º de noviembre. Estas conmemoraciones se han ido reconociendo
a nivel mundial, por la fuerza de simbolismos, imágenes y participación
colectiva; hay música, flores, oraciones, comida, baile, representaciones,
altares, veladoras, incienso, y muchos elementos más que encierran un
significado propio; aunado a la comercialización que se ha incrementado, donde
los músicos, floristas, puestos de comida y bebida, y otros vendedores,
aprovechan la conglomeración masiva de personas para ofrecer sus productos.
Debido
a la expansión de los medios de comunicación, se hacen llegar historias y
relatos enriquecidas por la investigación exhaustiva y detallada, además de fotografías,
imágenes, documentales y videos, que son puertas de entrada a la aldea global
del conocimiento, y que a su vez,
permiten reconocer y admirar el sello
característico que les hace únicos y especiales.
Estos
eventos son una amalgama de la fusión de la cultura española y de los indígenas
nativos de esta tierra; por un lado, presentan las creencias cimentadas por
siglos y que han ido sufriendo algunos cambios a través del tiempo, y por otro,
las derivadas por la imposición de la religión, así como las supersticiones
mezcladas con el folklore del pueblo.
De
los 32 estados que conforman la república mexicana, cada uno vive con distinta
intensidad estas celebraciones, destacando el fervor y participación intensa y
profunda que imprimen los estados del centro y sur del país.
Las
procesiones y desfiles son acontecimientos comunes, ya sea disfrazados de
catrines y catrinas o simplemente llevan estandartes de algún santo o de la
santa muerte.
Aunado
a esos ritos, se efectúan obras de teatro en el panteón como en el caso de la
localidad de Hidalgo del Parral, Chihuahua, que desde hace algunos años se
presenta la puesta en escena de “Hablando con los muertos”, y en el municipio
circunvecino de Valle de Allende, por tres siglos se ha efectuado una procesión
de niños vestidos de blanco, donde una juega el papel del difunto, llegan a las
puertas de una casa y ocho niños se hincan alrededor del que está representando
al niño muerto, rezan y entonan la
siguiente melodía:
Los Seremos:
Angelitos somos
del cielo bajamos
a pedir limosna
y no nos dan
¡Puertas y ventanas
nos las pagarán!
Seremos, seremos
¡Calabacitas queremos!
Uno de los participantes recoge las ofrendas que van
desde dulces, paletas, dinero, fruta, etc.
Es una celebración única en el país, por lo que la
Secretaría de Cultura la denominó como “Patrimonio Cultural inmaterial del
Municipio de Allende.
Las calaveritas literarias son otra manifestación propia
de nuestra cultura, se han utilizado como una forma de manifestar el
descontento, la burla, la crítica social ante determinados personajes. Es a
partir de 1849, cuando se tiene una referencia hemeroteca de la primera
publicación en un periódico socialista de Guadalajara.
Pueden ser versos libres, que busquen la rima y ritmo
cadencioso al declamarse, se escriben con tono jocoso, aludiendo a la muerte en
sus distintas investiduras, como flaca, huesuda, calaverita, muerte, panteón,
etc.
Otra forma más formal de su escritura, es con los cuatro
versos que deben conformar cada estrofa, con versos octosílabos y rima
consonante.
Dejo esta calaverita literaria para Citlalli y Edgar
Bernal.
Invitados
de honor
Por
la Revista Latina
paseaba
la huesuda
andaba
tras de Citlalli
sin
caber ninguna duda
Vamos,
amiga querida
ven
conmigo al panteón
por
estar tan desnutrida
mereces
un comelitón
Las
tumbas están dispuestas
con
comidas y bebidas
del
más allá nos contestan
cual regalo de sus vidas!
Ven
conmigo, ¡Te invito!
a
descansar en el año
mereces
el infinito
nadie
más te hará daño
De
paso puedes traerte
a
Edgar tu gran amigo
Para
que cuando despierte
esté
morando conmigo
No
inquiete el trabajo
ni
pendientes cotidianos
iremos
por un atajo
por
amigos y paisanos
Calaquita
llevas prisa
no
subo a tu transporte
debes
renovar tu visa
y
también tu pasaporte
Además,
con la pandemia
no
es posible el viajar
esta
es una academia
que
no podemos descuidar
-
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