Ferias virtuales de libros

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Una de las frases que se le atribuyen al filósofo Heráclito de Éfeso cobra más vigencia que nunca: “Todo fluye, Nada permanece estático…”, y el correr vertiginoso de los últimos tiempos es una prueba fehaciente, los avances en la ciencia y tecnología han modificado la forma de convivir e interactuar con los demás.  

Recientemente, tuve el honor de recibir el nombramiento como “Embajadora cultural”, distinción que se otorga a quienes, como su servidora, usamos un poco o mucho de nuestro tiempo para estar promoviendo y difundiendo la cultura en nuestra comunidad, llámese virtual o física. 

Como representante del colectivo “Utopía poética, filial Chihuahua”, directora de la Academia Chihuahuense de la Literatura Moderna y mediadora de la sala de lectura “Leyendo y reconstruyendo”, atiendo grupos específicos donde los libros, poesía y el arte de escribir distintos géneros literarios, además de compartirlos, es una constante. 

Esta breve semblanza literaria, es fruto de muchos años de trabajo, dedicación, amor y perseverancia a lo que se hace, y este nombramiento, es solo uno de los frutos que ha germinado y florecido; otorgado por los fundadores peruanos de estas ferias,  Alán Morales y César Salvatierra, quienes iniciaron con la feria virtual de Perú en el año 2020, debido al éxito alcanzado, organizaron las ferias posteriores de:  México, Argentina, Colombia, Francia, España, Italia, Portugal, entre otras,  y está en puerta la de Estados Unidos, que tendrá lugar del 14 al 30 de abril del año en curso.  

Más de tres mil poetas, escritores y artistas son parte de este elenco, noventa embajadores otorgan liderazgo y seguimiento a los distintos colectivos culturales que se van incorporando a este festival de la palabra, donde las principales herramientas son el conocimiento y pasión por las variadas manifestaciones artísticas y culturales; los medios tecnológicos brindan el soporte necesario y las redes sociales se encargan de su difusión, quedando al alcance de quien guste disfrutarlos, porque una de las ventajas es que se quedan publicados en línea, por lo que son asincrónicas.   

Lógicamente, este trabajo conlleva una gran organización, desde la preparación de la agenda, comunicación abierta y fluida tanto de forma vertical como horizontal, programación oportuna, hay reglas que deben seguirse, la participación, así como el seguimiento y acompañamiento de cada colectivo, brinda seguridad y confianza para quienes participan, a la vez que abre un abanico de oportunidades para seguir creciendo y aprendiendo.

La interacción internacional que se propicia, hermana a los países, es un vínculo que lleva a conocer y reconocer el talento que sigue brotando en los distintos lugares del planeta, permite que el rostro y la voz de los expositores sea escuchada y reconocida, así como su obra. 

En tres años, se han atendido a veintiséis eventos de esta magnitud, abriendo ventanas a las letras a las presentaciones plásticas, pintura, fotografía, cine, homenaje a artistas, escritores u obras, presentaciones de libros, ponencias, conferencias y recitales poéticos. 

El escenario virtual es uno de los muchos beneficios que brinda la tecnología, hay conexión e interacción, el acomodo y uso que se le da, es parte de la planeación y ejecución de eventos de esta magnitud. Este proyecto cultural busca crecer, sumar y ganar. 

Cierro con la cita de un proverbio africano: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”. 

Cito a Daniel Benchimol: “Las librerías deben pasar de ser lugares de transacción a lugares donde habite una experiencia”