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domingo, 31 de marzo de 2019

Carta a Annia

Hgo del Parral, Chihuahua, 19 de septiembre del 2018
Maestra Cuquita Sandoval Olivas
Querida Annia:
Sé que sólo tienes seis meses de vida, pero conozco la magia de la escritura, ésta,  tiene la capacidad de  capturar los instantes, emociones y sentimientos, mismos que espero y aprisiones cuando llegue el momento de que leas y comprendas estas líneas.
Eres la décima y más pequeña de mis nietas, hija primogénita de mi quinto y último retoño; aún y cuando me considero joven a mis 55 años, el tiempo y las experiencias vividas me han enseñado lecciones invaluables que quiero compartir contigo. Primeramente, quiero que sepas que el amor que te profeso fue el detonante de una idea que traía germinando dentro de mí, porque hoy tengo la certeza de estar aquí y poder expresarte lo importante que eres en nuestra vida
Fuiste concebida y esperada con amor por tus padres y todos los que formamos el entorno familiar; desde el momento de tu gestación, has sido acunada con palabras y frases tiernas que demuestran el potencial de cariño que te rodea. Toda tú eres la imagen y semejanza de la perfección divina del creador, tus ojos verdes brillan con la chispa de la inocencia y el candor de la infancia tierna. En tus pupilas se refleja la confianza que profesas. La sonrisa que dibujan tus labios es una invitación a tomarte entre los brazos y cubrirte de besos. Tu hermosa y redonda cabecita, con pelo escaso, es adornada con grandes moños que semejan  un regalo para quien posa la vista sobre ti.
Algo que me asombra gratamente es la capacidad que tienes de aprendizaje; cada día hay un reto superado y una meta alcanzada; desde tolerar el alimento, tu gusto por algunas papillas, el sostenerte en tus piernitas, marcar los primeros pasos y un sinfín de logros que van reafirmando tu excelente salud y bienestar.
Deseo de todo corazón que el ser omnipotente me conceda vida y salud para ser parte de tu desarrollo, y poder enseñarte con mi cariño tierno de abuela a amar a todos tus semejantes, a gozar cada instante de vida, a respetar y cuidar la naturaleza, llevarte de la mano por el mágico sendero de la espiritualidad, que mi cariño sea un estandarte;  que encuentres en mí alguien que te comprenda, escuche y apoye; que te lleve a la fábrica de ilusiones y te acompañe a tejer sueños y que pueda confeccionarte una coraza para que te cubra de las tempestades y te haga resiliente ante las adversidades.
Espero que en la medida que vayas creciendo y tomando conciencia de las cosas, aprendas a conocer y venerar  a tus antepasados y el mundo en que nos tocó nacer, crecer y vivir; tú eres el producto de la unión de tu padre y tu madre, ellos de tus abuelos, nosotros de tus bisabuelos y así sucesivamente; esa carga genética de ambos lados, es la responsable de tu apariencia física y de muchos rasgos de tu carácter y personalidad.
Como seres mortales que somos, es seguro que experimentarás el dolor y duelo por personas queridas que se alejarán de tu lado al emprender el último vuelo, aunque es una de las afrentas más dolorosas que debemos encarar, recuerda siempre que no estarás sola jamás; el espíritu perdura en la fragancia del viento y del recuerdo.
Siempre ayuda a tus semejantes, vístete con los valores universales para que tu presencia sea un deleite  para todas las personas cercanas a tu entorno; respeta y ama la naturaleza; deléitate con los amaneceres y las puestas de sol, con  la fragancia de las cuatro estaciones; enamórate de la luna, de la magnificencia del universo y sé feliz, ¡inmensamente feliz!.
Cariñosamente,

Tu abuela

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