Hgo
del Parral, Chihuahua, 19 de septiembre del 2018
Maestra Cuquita Sandoval Olivas
Querida
Annia:
Sé que
sólo tienes seis meses de vida, pero conozco la magia de la escritura, ésta, tiene la capacidad de capturar los instantes, emociones y
sentimientos, mismos que espero y aprisiones cuando llegue el momento de que
leas y comprendas estas líneas.
Eres
la décima y más pequeña de mis nietas, hija primogénita de mi quinto y último
retoño; aún y cuando me considero joven a mis 55 años, el tiempo y las
experiencias vividas me han enseñado lecciones invaluables que quiero compartir
contigo. Primeramente, quiero que sepas que el amor que te profeso fue el
detonante de una idea que traía germinando dentro de mí, porque hoy tengo la certeza
de estar aquí y poder expresarte lo importante que eres en nuestra vida
Fuiste
concebida y esperada con amor por tus padres y todos los que formamos el
entorno familiar; desde el momento de tu gestación, has sido acunada con
palabras y frases tiernas que demuestran el potencial de cariño que te rodea.
Toda tú eres la imagen y semejanza de la perfección divina del creador, tus
ojos verdes brillan con la chispa de la inocencia y el candor de la infancia
tierna. En tus pupilas se refleja la confianza que profesas. La sonrisa que
dibujan tus labios es una invitación a tomarte entre los brazos y cubrirte de
besos. Tu hermosa y redonda cabecita, con pelo escaso, es adornada con grandes
moños que semejan un regalo para quien
posa la vista sobre ti.
Algo
que me asombra gratamente es la capacidad que tienes de aprendizaje; cada día
hay un reto superado y una meta alcanzada; desde tolerar el alimento, tu gusto
por algunas papillas, el sostenerte en tus piernitas, marcar los primeros pasos
y un sinfín de logros que van reafirmando tu excelente salud y bienestar.
Deseo
de todo corazón que el ser omnipotente me conceda vida y salud para ser parte
de tu desarrollo, y poder enseñarte con mi cariño tierno de abuela a amar a
todos tus semejantes, a gozar cada instante de vida, a respetar y cuidar la
naturaleza, llevarte de la mano por el mágico sendero de la espiritualidad, que
mi cariño sea un estandarte; que encuentres
en mí alguien que te comprenda, escuche y apoye; que te lleve a la fábrica de
ilusiones y te acompañe a tejer sueños y que pueda confeccionarte una coraza
para que te cubra de las tempestades y te haga resiliente ante las
adversidades.
Espero
que en la medida que vayas creciendo y tomando conciencia de las cosas,
aprendas a conocer y venerar a tus
antepasados y el mundo en que nos tocó nacer, crecer y vivir; tú eres el
producto de la unión de tu padre y tu madre, ellos de tus abuelos, nosotros de
tus bisabuelos y así sucesivamente; esa carga genética de ambos lados, es la
responsable de tu apariencia física y de muchos rasgos de tu carácter y
personalidad.
Como
seres mortales que somos, es seguro que experimentarás el dolor y duelo por
personas queridas que se alejarán de tu lado al emprender el último vuelo,
aunque es una de las afrentas más dolorosas que debemos encarar, recuerda
siempre que no estarás sola jamás; el espíritu perdura en la fragancia del
viento y del recuerdo.
Siempre
ayuda a tus semejantes, vístete con los valores universales para que tu
presencia sea un deleite para todas las
personas cercanas a tu entorno; respeta y ama la naturaleza; deléitate con los
amaneceres y las puestas de sol, con la
fragancia de las cuatro estaciones; enamórate de la luna, de la magnificencia
del universo y sé feliz, ¡inmensamente feliz!.
Cariñosamente,
Tu
abuela
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