Un nuevo comienzo
“Fin de año no es un principio, sino una marcha con toda la sabiduría que la experiencia puede inculcar en nosotros”.
Hal Borland
Con esta frase introductoria del escritor estadounidense, iniciamos un nuevo libro titulado “2025”, donde cada uno de nosotros se convierte en autor, escribiendo con palabras nuestra propia historia de vida. Al mismo tiempo, somos los personajes principales, con voz y voto para elegir la ambientación, trama y argumento.
Podemos planificar algunas acciones basadas en nuestras costumbres cotidianas, que en cierta forma ya están impresas en el calendario del inconsciente, aunque nunca podremos conocer los resultados hasta haberlas vivido y saboreado con intensidad.
Por lo general, empezamos el mes de enero con propósitos firmes para mejorar nuestro estilo de vida, el manejo de las emociones, nuestra productividad y las cosas positivas que podemos lograr con cambios de actitud y hábitos saludables. Sin embargo, la gran mayoría de estas intenciones se van quedando extraviadas en el trayecto. Gracias a la experiencia, que es la máxima autoridad en la enseñanza y aprendizaje de la vida, logramos hacer algunos cambios significativos, cuyos resultados enaltecen nuestra seguridad y confianza.
Cuando resguardamos esas metas y objetivos, podemos contrastar el camino recorrido y lo que nos falta por andar. Así, estas metas se convierten en catalizadores y plataformas de arranque para seguir avanzando hacia nuestras utopías.
Esas bitácoras nos permiten reflexionar sobre el trayecto recorrido, los obstáculos enfrentados, las estrategias implementadas y las personas que estuvieron a nuestro lado para fortalecer y enriquecer las experiencias. Finalmente, cada tropiezo es un descanso, un alto que permite mirar hacia arriba, valorar los desafíos, levantarse e iniciar de nuevo.
Estos ejercicios introspectivos impulsan a proyectar nuevas metas y proyectos hacia un mañana más consciente y equilibrado, además de que el análisis genera claves que transforman las rutinas en aventuras llenas de emoción y expectativas. Cada pequeña victoria se convierte en una fuente de inspiración y un respiro abrazador a la seguridad y autonomía.
“2025” no es solo un año que comenzamos con sueños y expectativas; es un lienzo en blanco. Cada decisión, acción y persona a nuestro alrededor, añaden trazos a la obra que definirá nuestro camino. Con cada paso firme o tambaleante, construimos el relato único e irrepetible de nuestras vidas.
Termino esta somera reflexión retomando algunos consejos sabios: No esperemos el mañana para cambiar, el cambio empieza en nosotros mismos e irrdia tal luz y fuerza que su brillo y calor llega hasta los demás.
Hay que recordar las mieles del pasado sin perdernos en su deleite, trabajar para el futuro, sin olvidar el presente, que al final es la única certeza real; hagamos que cada segundo cuente y valga la pena de ser vivido.
Alejemos la amargura de nuestro corazón, para dar paso al amor, la alegría y el optimismo. Todo aquello que hemos visualizado y verbalizado como imposible, en realidad solo necesitamos trabajar con ahínco y compromiso en ello para convertirlo en posible.
Feliz año nuevo para todos y cada uno de ustedes.
Maestra Cuquis Sandoval Olivas
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