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viernes, 30 de agosto de 2024

Ejemplos de distintos JB por ntra Embaj.Cult.Cuquis Oliva

Abuelos y nietos


                               



Tanto abuelos como nietos somos personajes muy cercanos dentro del árbol genealógico familiar, representamos esa primera y tercera generación, cuyas ramas se expanden en búsqueda de perpetuar el nombre y apellido del engranaje familiar.

    Se dice que los nietos son una prolongación de la existencia misma, porque los padres del ayer —abuelos del presente—, un día nos quedamos con el nicho vacío, y aquella casa ruidosa, donde siempre había música, bromas, risas y gritos, se llena de silencios mudos y solo quedan los callados muros, los recuerdos y ecos de voces atrapadas en cada rincón y espacio del hogar.

    Nuestro tiempo, antes tan ocupado, comienza a vaciarse; hay espacios y huecos sin llenar, y los pensamientos, reflexiones y rememoraciones del pasado toman forma y se presentan para inducir a revivir los recuerdos de lo que un día tuvimos y que hoy añoramos.

    Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, empiezan a llegar los nietos, ataviados y envueltos en sonrisas angelicales, en diminutos brazos y manos que acarician nuestro rostro, atrapándonos desde esos primeros gestos y miradas,  o quizá, al aprisionar nuestros dedos, no vuelven a soltarnos jamás, porque es un pacto que se firma sin papeles ni palabras, se  jura y brinda  protección inmediata y de largo alcance,  al convertirnos en cómplices de sus sueños, además de su sombra protectora.

    El vínculo entre abuelos y nietos se da desde el primer momento de su enunciación, es un tejido fino con hilo dorado que va lanzando con maestría cada puntada, prodigando firmeza y seguridad. Es un abrazo silencioso que llega hasta el umbral de ese primer recinto donde se desarrolla su presencia. Es posar las manos sobre el vientre plano o abultado de la madre gestante, esperando sentir los primeros palpitares de vida. Es expresar a través del tacto un amor incondicional, la felicidad y alegría de esperarlo con tanto anhelo.

    Tenemos nueve nietos, tres varones y seis mujercitas. Todos y cada uno de ellos han sido amados desde siempre; hemos sido testigos de sus primeros pasos, de sus logros personales y académicos. Sin embargo, los propios ciclos del tiempo los van alejando conforme crecen y van en busca de la construcción de su destino. Empero, ellos saben que aquí estamos, que nuestra casa siempre está abierta para ellos, que hay comida en la mesa, escucha activa y un abrazo de amor.

    Somos guardianes de la antesala de su pasado, compiladores de historias y anécdotas; traemos tatuadas las canciones de cuna y los baños de sol y luna, además de los cambios que traen las estaciones vividas y los soplos constantes del tiempo. Cada arruga en nuestro rostro es un mapa de los distintos territorios recorridos, de las risas, lágrimas e ilusiones compartidas.

    Cada nieto trae su propio equipaje, una antorcha que emite chispas, irradiando de luz y calor nuestra existencia. Les prodigamos amor sin medida, sin prisas ni exigencias; es una relación de complicidad que no necesita palabras, es una danza suave y armónica entre la memoria de lo vivido y la promesa de lo que está por venir.

    La Casa del Abuelo de nuestra localidad, reconoce el papel fundamental que entraña este rol familiar, además de recibirnos todo el año con las puertas abiertas, propicia  talleres y encuentros especiales, donde se fortalece en primera instancia, la autonomía, aceptación y reconocimiento  de la importancia de madurar. Ese lugar, es un espacio donde florecen las risas, amistad, compañerismo y un constante aprendizaje. 

¡Feliz día del abuelo!

                                                          Maestra Cuquis sandoval Olivas

viernes, 23 de agosto de 2024

Entre el dolor y la esperanza





Imagen tomada de la red

Entre el dolor y la esperanza

Hoy es uno de esos días grises donde los rayos del sol se esconden tras la desesperanza. Las pequeñas rejillas de luz se han opacado ante la reciente tragedia.

    De las pocas certezas que tenemos los humanos, una de ellas es la llegada de nuestro fin inminente. Sabemos que esa línea finita del tiempo a veces se presenta sin previo aviso, sin notificación alguna, sin presagios de la tormenta que se avecina y que va a cambiar el entorno, el equilibrio y la seguridad familiar.

    No hay forma de medir el dolor que causa la pérdida de un ser querido. Solo que, al ser testigos cercanos de estas despedidas, nos permite ser conscientes de nuestra propia fragilidad, de reconocer las fracturas y quebrantos que cambian por completo la visibilidad y apreciación de la vida misma.

    Acudo a la escritura porque sé que es un recurso paliativo para sanar el alma, para hacer catarsis tanto en quien lo escribe como en los lectores. Busco en la infinitud de las palabras aquellas combinaciones que lleguen al corazón dolido de su querida hija, de sus amados padres y hermanas, así como de sus amigos cercanos y de toda la comunidad parralense, que se encuentran devastados ante su pronta partida.

    Sin duda, no hay una forma ideal de emprender el último viaje, como tampoco hay manera de entender los designios del destino. En medio de la desesperación surgen interrogantes que están en búsqueda de respuestas o explicaciones que permitan un acercamiento para comprender los hechos. Sin embargo, la contundente realidad es tan abrumadora que ni las palabras ni las lágrimas son suficientes para lamentar lo sucedido.

    Se van madre e hija a ese viaje sin retorno. El cordón indisoluble que las unía desde la gestación no pudo romperse a pesar del brutal impacto recibido. Ellas van avanzando hacia el plano de la eternidad, pero aquí en su casa no bastan los gritos de angustia ni los mares de llanto para entender y aceptar esta triste despedida.

    Ambas estaban en el umbral de la vida: una, cumpliendo su labor de madre, impulsando a sus hijas para labrar su propio futuro; la pequeña, de tan solo diez años, en esa inocencia propia de la niñez, cuya vida se vio interrumpida. Su mochila escolar quedó lista para iniciar el próximo ciclo.

    No hay mañana para ellas, no más planes, ni fiestas, ni celebraciones especiales. Es el punto final de dos historias que pasan a formar parte del tiempo pretérito. Se empiezan a recrear los momentos vividos, las historias construidas, a escuchar su voz, a imaginar su camino, a fortalecer el espíritu con la esperanza de un mundo alterno, donde un día todos nos volveremos a reencontrar.
    
    Estas letras van como una forma respetuosa de expresar nuestras más sinceras condolencias a la familia. A pesar del dolor inmenso que hoy embarga a todos los que las conocimos, el amor y los recuerdos que ambas dejaron seguirán iluminando el camino de quienes las amamos. 
    
    No se trata solo de despedirlas, sino de honrar la vida que compartieron con nosotros. El legado de su presencia permanecerá en la memoria y el corazón de todos, como una luz que nunca se apagará.

Maestra Cuquis Sandoval Olivas


lunes, 19 de agosto de 2024

Puertas al mundo



Imagen tomada de la red

Al gozar de nuestros sentidos podemos, oler, saborear, ver, escuchar y tocar. Los seres humanos nos reconocemos seres sensibles y sensitivos, poseemos la capacidad de reflejar la realidad en forma de sensaciones y percepciones que se traducen en pensamientos. 

    Son herramientas imprescindibles para nuestra supervivencia y bienestar tanto físico como emocional, además de estar  diseñados para ayudarnos a interpretar y brindar significados al mundo que nos rodea, de tal manera,  que al ser orientados positivamente, nos mueven a efectuar acciones concretas y determinantes, que por lógica, influyen en nuestro entorno personal, familiar y comunitario.
 
    Una y otra vez me he cuestionado sobre la canalización que hacemos al respecto, porque la celeridad de la vida nos lleva a un ritmo vertiginoso, donde, la mayoría de las veces, no damos cabida al tiempo, para  analizar los grandes beneficios que los sentidos aportan a nuestra existencia. Son varias las causas y consecuencias que al paso del tiempo van cambiando las cosas que solíamos dar por sentadas. 

    El vivir en una sociedad hiperconectada, da entrada a una gran cantidad de estímulos visuales y auditivos, que a lo largo del tiempo, se convierten en   en  distracciones constantes, mismos que van mermando la capacidad de atención, reflexión y discernimiento; otra de las consecuencias derivadas de este mundo globalizado, es el aislamiento social a través de dispositivos que nos desconectan del presente y del mundo tangible. 

    La sobreestimulación de los sentidos es una constante, tales como el ruido excesivo, alimentos sobreprocesados, poco contacto con la naturaleza, ejercitación en espacios cerrados en vez del aire libre, poca interacción social, entre otros muchos más. 

    Vemos, pero no observamos con detenimiento, oímos, pero no escuchamos con atención, comemos de prisa, bebemos sin saborear, no percibimos el aroma y fragancia de lo que gira a nuestro alrededor.

    Estas precisiones permiten  la entrada a muchas más que ponen en desventaja el equilibrio, porque, de alguna manera, sacan de la zona de confort y  permiten plantearse otros escenarios posibles. 

    Hay tal   invisibilidad en la gnosis, que la mayoría del tiempo, no tenemos una conciencia plena del daño que hacemos a la salud con la práctica  constante de hábitos nocivos, ya sea por la alimentación inadecuada, las muchas horas de inmobilidad frente a los dispositivos electrónicos, la atención  y cuidado  del entorno ecológico y sustentabilidad del planeta, el no practicar los valores universales, el no reconocer a   la otredad; no ejercer la voluntad y fuerza del pensamiento y  la invisibilidad de compromisos latentes  ante los cambios necesarios.

    A manera de colofón, es preciso recordar que los sentidos son necesarios para disfrutar el mundo, además de que permiten la adaptación al medio y al proceso de la información. Cierro con la frase de Leonardo Taub: “Sonríe con la mirada, guíate con el olfato, sirve con la palabra, aprende con el oído, besa con el tacto, abraza con el alma”.

Maestra Cuquis Sandoval Olivas


Cuento del nacimiento de Sofía

                                                                 Imagen tomada de la red.

    Dícese que el hombre, al estar consciente de su paso efímero por la tierra y de  su fragilidad humana, precisó crear las deidades necesarias para subsanar esa carencia y vacío generado por la impotencia de saberse finito, aunado a querer poseer el poder de transformar lo cotidiano en algo mágico y sagrado.  

    Observando la magnificencia y fuerza de la naturaleza que dieron forma al cosmos con sus potentes manifestaciones, creo al Dios del cielo, de la tierra, mar,  lluvia,  trueno,  belleza, de la fecundidad, de la atracción sexual, entre otros muchos más, pero como de todos es sabido,  la vida por sí misma se rige por antagónicos, y así aparecieron los  dioses del mal, del deseo, la codicia y  la lujuria, etcétera. 

    Así, en ese contexto de necesidades extremas nació “Sofía”. Ante tal acontecimiento, los elementos de la naturaleza dieron su fiesta de bienvenida: el cielo se estremeció emitiendo un destello de luz cegadora, el viento susurraba armónicas melodías, el fuego danzaba en el horizonte, y el agua corría en torrentes cristalinos. 

    Su primera respiración fue un suspiro que llenó el aire con fragancia de flores recién cortadas, y su llanto resonó como una melodía celestial que retumbó en todos los ámbitos del firmamento. Ella fue nombrada “Sofía” reconocida como  la diosa de la sabiduría, aquella que tenía una sed inédita e inacabada por aprender y encontrar significado a todo lo que le rodeaba. 

    Como toda deidad, tuvo su propia descendencia por concepción divina, además  una gran cantidad de súbditos y seguidores que pregonaban sus enseñanzas. Ellos se denominaron “filósofos”, y lo más inaudito es que siendo su diosa del género femenino, solo los varones tenían acceso y reconocimiento en esa búsqueda del saber.  

    Los sucesos cotidianos pasaron a ser observados con detenimiento, se utilizó el sentido común, el pensamiento, la creatividad y el raciocinio, para crear y transformar lo ordinario en algo extraordinario. Desde ese momento, la diosa Sofía,  ha sufrido  varios embates y contratiempos, ejercidos principalmente por la ignorancia y el fanatismo,  quienes eran y son hasta la actualidad, sus acérrimos contrincantes. Por quinientos años hubo una época oscura,  donde prevalecieron las nubes que opacaron la razón. 

    Para la época del Renacimiento, se avecinaban nuevas oportunidades para que Sofía volviera a resurgir así como su relevancia. No fue un camino fácil, la inquisición se convirtió en su enemiga acérrima y todo aquel que quisiera  conocer o externar algo más que los cánones impuestos, estaba condenado a morir.

    Siendo de esa manera, como esta, se vistió de paciencia, perseverancia y fue buscando a las personas idóneas para llevar a cabo su proyecto de luces. Empezaron a resurgir nuevos descubrimientos, las ciencias se fueron ramificando y extendiendo por el globo terráqueo, los países que habían estado dominados por siglos, iniciaron su lucha por la independencia y otros aires de optimismo  empezaron a soplar por el  firmamento. 

    Así, en ese devenir del tiempo, se ha convertido en un faro de esperanza y una utopía para la humanidad, enseñándonos el poder eterno de la vida a través de la creación. Sofía, sigue en eterna vigilancia, inspirando mano, mente y corazón de quienes buscamos seguir aprendiendo.  


Maestra Cuquis sandoval Olivas

viernes, 2 de agosto de 2024

Convive






CONVIVE

El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), se creó a partir del 30 de diciembre de 1959, estando en el poder el entonces presidente de México Adolfo López Mateos. 

Uno de sus programas es ISSSTE CONVIVE, el cual hace honor a su nombre por medio de la organización e implementación de actividades enfocadas a la recreación cultural y deportiva. 

El objetivo principal de este, se enfoca en fortalecer la calidad de vida y el nivel de bienestar de jubilados y pensionados, a través de la convivencia e integraciónentre pares, revalorando su autoestima, imagen y dignidad tanto a nivel personal como social.

En esta ocasión, fuimos convocados a participar de este beneficio, la Delegación D-IV-2 de Hidalgo del Parral, Chihuahua, en representación del estado grande, al igual que las delegaciones de San Luis Potosí, Aguascalientes y Chiapas, convergiendo cuatro estados de la república mexicana en este gran recinto, cuya ubicación se encuentra en Tlalpan, Ciudad de México.

Este programa ofrece un abanico de posibilidades para quien gustamos de viajar, conocer gente nueva y convivir, ya que brinda hospedaje, alimentación, conferencias, paseos culturales y recreativos, con visitas guiadas a lugares emblemáticos, tales como:  ISSTEHUIXTLA, ubicado en el estado de Morelos, Taxco en Guerrero, Xochimilco y Coyoacán en la Ciudad de México.

Los integrantes de la delegación representativa del estado de Chihuahua, reconocemos esta suma de esfuerzos que logran su cometido tras una rigurosa organización tanto a nivel nacional, como estatal y regional, mostrando nuestra solidaridad y compromiso ante las actividades encomendadas, expresando así, la alegría y beneplácito al participar entusiastamente con dos números artísticos: el baile “La muchacha chula de Chihuahua” y la ejecución vocal grupal de “El corrido de Chihuahua”.

En cada uno de los paseos y actividades planeadas, ha estado presente el entusiasmo, la sonrisa y la alegría de vivir, así como el placer de convivir y conocer a personas afines que ya cumplimos con un ciclo laboral y hoy en día, gozamos a plenitud de nuestro tiempo y una estabilidad personal y familiar.

Estas letras llevan en primera instancia, la encomienda de agradecer a la profesora Irma Muñoz, representante sindical de nuestra delegación, a todas y cada una de las personas que lo hacen posible, así como a quienes atendimos la invitación, dándonos la oportunidad de asistir y disfrutar de este beneficio. La siguiente encomienda es para informar a los compañeros jubilados y pensionados, en que consiste el programa

Como colofón me permito citar una frase de Dalai Lama: “La raíz de todo bien crece en la tierra de la gratitud”.

Maestra Cuquis Sandoval Olivas