Buscar este blog

viernes, 30 de septiembre de 2022

Migración, una luz de esperanza


                                                              Foto tomada de la red.

https://www.elsoldeparral.com.mx/analisis/espejos-de-vida-migracion-una-luz-de-esperanza-8928955.html MMigración, una luz de esperanza
  
La historia de la humanidad es un recuento de sus migraciones, en búsqueda de una vida más plena de superación y supervivencia.
Los límites territoriales son producto de esas luchas; las fronteras, líneas divisorias que marcan formas de vida, lenguaje y moneda circulante; separan familias e imponen leyes sobre su traspaso. Las fronteras del norte de México tienen características y procesos sociales, culturales, religiosos y económicos distintivos muy peculiares al resto del país; la historia registra su nacimiento desde la pérdida de la guerra frente a Estados Unidos y casi la mitad del territorio mexicano en 1850.
Fronteras que se han ido aglomerando y creciendo desenfrenadamente por la migración que son objeto, primeramente, por ser el trampolín al país de los sueños puerta de latinoamericanos y asiáticos, que, al carecer de papeles migratorios, las hacen su hogar provisional o permanente. 
 
A mayor distancia que recorren los emigrantes, mayores obstáculos y sufrimientos se encuentran en el camino. Tal es el caso de la población que migra de Centroamérica hacia E.U.A. aunque sean diferentes los motivos que les impulsan, un factor común es que buscan nuevas oportunidades y mejores condiciones de vida. De tal manera que la migración es uno de los fenómenos más recurrentes, separa familias y propicia tristes desenlaces. 
 Los venezolanos huyen por crisis de alimentos, medicamentos e inflación; hondureños y mexicanos, pobreza extrema o violencia; guatemaltecos, a causa de conflictos armados internos y problemas políticos. Caminan hasta meses, sorteando peligros propios de la naturaleza y los que el hombre ha instituido sintiéndose dueño de un territorio, que los hacen sujetos a violaciones, extorsiones, explotación laboral y sexual y tortura. 
“La bestia”, medio de transporte sobre rieles, utilizado, no por elección sino por necesidad, sale de Arriaga Chiapas, cuya frontera colinda con Guatemala, y se convierte en el centro de concentración de ríos de gente desesperada. Cuando se empiezan a enganchar vagones, aparece una nube humana ansiosa de ganar un lugar en el techo, lo mismo corren jóvenes que niños, madres de familia con sus bebés en brazos en la búsqueda de ese espacio que les transportará a la frontera. El tren recorre de Sur a Norte del país, no de un solo tramo, sino que hace cambios en distintas ciudades, por lo que los migrantes deben descender y volver a subir a otros vagones. La ruta Atlántico llega a Estados Unidos. 
Este recorrido es conocido como “ruta del infierno” o “ruta de la muerte, por los múltiples accidentes y atropellos contra la dignidad humana que ahí se viven. “La Bestia”, es visualizada por los migrantes como una luz de esperanza. Hay reportes que evidencian el abordaje de mil quinientas personas de todas las edades; algunos no logran subir, las ruedas del tren se encargan de mutilar algún miembro de su cuerpo o en el último de los casos, de poner fin a su existencia. Ellos dicen que este pasaje por México es como un cementerio sin cruces, por la cantidad de vidas que se pierden en el intento. 
 Cuando el miedo y desesperanza azota a la población, se buscan puertas de salida, aunque estas conlleven riesgos e infortunios latentes. Entonces las fronteras se reconocen como barreras, con separadores que aniquilan la dignidad, en rutas y senderos que van incrementando el peligro al intentar sondearlas y en plataformas para los oportunistas que se congratulan y enriquecen ante la desventura de sus semejantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido a mi blog, no te retires sin dejar tus comentarios.