El viaje
de la vida
Es difícil alcanzar los sueños, pero no imposible. Desde
muy pequeña, mi imaginación volaba a múltiples lugares y escenarios a donde la
lectura me transportaba; aun sabiendo que en esos momentos no tenía la
capacidad económica de viajar, fue y es un sueño que ha germinado desde siempre
en mi sentir.
En cada espacio visitado, me ha gustado aprisionar los
recuerdos, evocar los rostros de las personas con las que he tenido la suerte
de coincidir, recrearme con los magníficos espectáculos que la naturaleza nos
brinda y disfrutar al máximo, aquellos que el hombre se ha encargado de
embellecer, para deleite y confort de quienes quieren y pueden tener acceso.
A través de los libros, documentales y sitios web,
podemos aprender a conocer sobre estos, sus usos, costumbres, cultura, pero
nada es superado por lo que los sentidos captan, tener la oportunidad de estar,
saborear, tocar, oler, ver y escuchar es el complemento ideal que va
conformando las historias y experiencias de las personas.
Nuestro México bello y querido, con sus 32 estados y 132
pueblos mágicos, diseminados a lo largo y ancho del país, seleccionados por ser
representativos debido a sus atributos simbólicos, arquitectónicos o
naturales. Estos escenarios poseen sus
propias leyendas que son parte de su colorido y folclore; lugares donde se
sucedieron hechos trascendentales e históricos que rescatan y muestran con
orgullo la identidad nacional; sus artesanos, que elaboran piezas de vestir,
todo tipo de joyas y ornamentos, artículos de piel, de papel, de chaquira,
estambre, lana, sombrerería, talavera, elaboración de piezas ornamentales y de
cocina, sarapes, piñatas, y un sinfín de artículos donde cada artesano plasma con
paciencia, amor y dedicación su arte.
La gastronomía de nuestro país es reconocida a nivel
internacional, por su gran suculencia y variedad, cada estado e incluso
municipio tiene sus platillos típicos. Por tal motivo, la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoce en
el año 2010, la gastronomía de México como patrimonio inmaterial de la
humanidad.
Otro distintivo es
su enorme riqueza cultural e histórica, aunado a la herencia prehispánica, los
sitios arqueológicos, que representan el patrimonio tangible e intangible de la
humanidad, las ciudades coloniales, el folclore característico que los define
dentro de un contexto y, sobre todo, el calor y calidez de su gente.
México es un país con gran diversidad de recursos
naturales, posee una privilegiada ubicación geográfica; hay costa, bosques,
selva húmeda y seca, desiertos, sierras, matorrales y la región marina.
Disfrutemos de estas áreas y espacios naturales, porque
viajar significa estar en constante crecimiento y aprendizaje, conocer de cerca
las culturas, usos y tradiciones de nuestros pueblos nos hace ser más
respetuosos con la diversidad cultural, se acrecienta la empatía, solidaridad y
se generan compromisos con el cuidado de los ecosistemas.
En el estado de Chihuahua contamos con tres pueblos
mágicos, llenos de colorido, belleza natural, historia y tradición: Batopilas,
Creel y Casas Grandes. La sierra tarahumara cuenta con majestuosas cascadas,
cañones, barrancas, cuevas y un sinfín de atractivos naturales que son un
bálsamo para combatir el estrés, la ansiedad y depresión, producto de la vida
ajetreada y cargada de compromisos que se vive hoy en día.
Aprendamos a dar un respiro a nuestra vida, a tomar
pausas y gozar de estos espectáculos que la naturaleza nos brinda, como un
regalo adicional por coexistir y formar parte del universo. Debemos de
comprometernos a cuidar nuestras calles y edificios; porque Parral es también
un centro turístico que ofrece una vista magnífica a quien nos visita. Hay
historia, cultura, arquitectura, artesanía, dulces típicos, panes y unos
puestos y restaurantes que hacen la delicia de los comensales.
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