El cuerpo como territorio
de paz
“Si quieres cambiar tu cuerpo, cambia primero tu conciencia.
Todo lo que ocurre es resultado de cómo te ves a ti mismo”
Deepak Chopra
Es el nombre de un taller virtual al cual actualmente asisto, impartido
por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Chihuahua, (UACJ) a cargo de
Cindy Leyva. Aun desconociendo los objetivos perseguidos, me atrajo sobremanera
el título, así como la experiencia obtenida y la calidad de otros talleres
cursados en esa universidad, los aprendizajes obtenidos y los vínculos de
interacción que se tejen con personas afines.
La primera encomienda fue buscar una frase en un libro de
nuestra preferencia o elección, leerla, hacerla propia y sentir la relación
directa de esta, con alguna parte del cuerpo, para luego argumentarla con el
resto de los compañeros. Seleccioné una
del libro “Tropiezos celestiales” de Thomas Merton que dice: “Aprender es estar
abiertos y no amurallarnos en mínimas estructuras”, la relacioné con mi mente y
en el desarrollo de la sesión pude experimentar su significado.
Aprendí a hacer un recorrido por mi cuerpo, acompañada por la
armonía de una pieza musical, ejercicios de respiración y la guía acertada de
Cindy durante el proceso; experimenté movimientos que nacen sin pensarlos, que
solo se manifiestan como una forma de comunicación; ha sido un viaje de
conexión con ese yo interior, permitiendo que el flujo de energía fluya por el
cuerpo en una etapa introspectiva y profunda de reconocimiento.
En primera instancia experimenté una serie de sensaciones y
emociones peculiares en mi comportamiento, miedo a que las demás personas me
juzgaran a través de la pantalla, angustia de sortear esas barreras impuestas
por la sociedad y acatadas por mi persona como normas universales; sin embargo,
la voz tenue y segura de Cindy, me fue llevando a otra dimensión, donde solo
existe ese encuentro con cada uno de mis órganos que habitan en este cuerpo
mío, entendiendo que es un círculo concéntrico, donde cada parte tiene relación
y va ensanchándose y ejerciendo un vínculo directa con todo lo que nos rodea.
Vivir la experiencia de la
corporalidad me está abriendo otras esferas del entendimiento, reconociendo
este equipaje con el que he transitado a lo largo de mi existencia y que en la
mayoría de las ocasiones no lo he valorado en su justa dimensión.
Debo hacer un alto, desconectarme
de las prisas, del estrés, de las múltiples preocupaciones que habitan en mi
mente; experimentar el contacto directo con el movimiento para ir generando ese
concepto de paz, ese estado de sosiego que conecta con lo que no se ve, pero se
siente; dejarme llevar como la corriente del río que sigue su cauce, dar un
respiro al pensamiento analítico y actualizar los programas necesarios para procesar
estos cambios.
El territorio, es la parte del espacio que nos pertenece, donde
podemos implementar mudanzas de hábitos, porque la mente ya tiene automáticos
predispuestos con antelación, y al igual que la tierra, debemos preparar el
campo, abonarlo para la siembra y esperar la abundancia en la cosecha.
“No solo de pan vive el hombre”, reza un conocido refrán, el
alimento al intelecto, a la espiritualidad, al fomento de acciones positivas
que redunden en bienestar y satisfacción; el adquirir responsabilidad sobre el
cuidado y preservación del cuerpo es menester, porque no somos islas, sino
cuerpos dentro de otros cuerpos, por lo que toda acción individual, permea a
los demás.
Gracias por compartir, a seguir navegando en ese mar de posibilidades con el cuerpo, qué fortuna encontrar guías como Cindy Leyva en estos tiempos muchas veces tan decadente y mutilantes. Tú experiencia me espejea y hace recordar la oportunidad de hacer conciencia a través del movimiento la escucha y la mirada compasiva. Abrazo. A.T.
ResponderEliminarQue bello leer cómo transitas este proceso! Gracias por la confianza para acompañarles.
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