La palabra «hermano» me remite al significado que mi corazón le atribuye,
esa figura que siempre está ahí para escuchar, aconsejar, te presta el hombro
para llorar, ríe y se goza de tus triunfos: Un vínculo tan fuerte, que se tejió
desde el vientre de mamá, al compartir esos lazos de sangre que son
indisolubles, que, aunque pase el tiempo, sigue estando ahí, cual cadenas
adheridas por recuerdos, vivencias y momentos compartidos.
Dedico estas palabras a mi querido hermano, Juan Eugenio Carrillo Olivas,
mejor conocido como Pollito» apodo con el que fue bautizado por nuestra madre,
porque decía que de pequeño lo colocaba en un chiquigüite con maíz, y él,
empezaba a esparcirlo por el piso.
Ocupa el cuarto lugar en la familia, yo el quinto, por lo que siempre lo
miré como una figura de autoridad, con respeto, pero, sobre todo, con mucho
amor.
Crecimos, formamos nuestra propia familia, siempre rodeados e iluminados
por esa flama de amor que mamá encendió en pensamiento, mano y corazón.
Él se encargó de construir mi primer hogar, cada cimiento y pared levantada
tiene impreso el sudor de su frente, el amor con que sus manos fueron
edificando esa casa que albergó mis sueños e ilusiones y el nacimiento y niñez
de mis hijos.
Gran parte de las construcciones y remodelaciones de Balleza y sus
alrededores llevan impreso su sello de albañil.
Y cuando los años fueron pesando sobre la espalda de mamá, ahí estaban
Pollito y Raúl, como dos estructuras que cuidaban de ella día y noche para que
nada le faltara.
Cada persona es única y especial, tenemos comportamientos, actitudes y características
que van definiendo nuestra personalidad. Mi hermano “Pollito”, siempre ha sido
una figura que simboliza el trabajo, gusta también de hacer bromas,
chascarrillos y tiene una memoria privilegiada para contar anécdotas e
historias del pueblo; la humildad que lo caracteriza le ha hecho ser acreedor
al cariño de la comunidad y de todas las personas que le conocen.
Es un poeta, desde que estaba el grupo musical “Los Reyes de Balleza”, el
escribió unas canciones que ellos se encargaron de musicalizar y grabar. “Balleza
y su fama” y “El corrido de Tello”.
Últimamente, ha publicado algunos de sus poemas en su mural de Facebook.
Presento uno de sus poemas:
El trono de mi árbol
Cuando las hojas caen
Es que el otoño llegó
Vendrán tardes grises
Habrá noches frías
El viento tumba las hojas
Y el tiempo mis alegrías
Que noches tan negras
sin el cielo azul
mi pelo con canas
mi cuerpo sin ganas
ya no hay juventud
En cambio, aquel árbol
Plantado en el huerto
Se duerme en invierno
Y en la primavera
Despierta contento
Con hoja y retoño
se mece feliz
radiante frescura
de tallo a raíz
Aquel tronco seco
Que vi por ahí
También tuvo vida
También fue frondoso
Y hoy vemos su fin
Mis brazos cansados
Cual hoja madura
Flaquean en su sostén
Maduras no duran
Se van a caer
El tronco de mi árbol
Se seca también
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