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viernes, 17 de mayo de 2024

Ser maestro







Ser maestro

En el devenir que traen consigo los vientos del cambio, ser poseedor del título de esta palabra, conlleva una serie de acciones contundentes, haciendo referencia, en primer plano, a la sistematización de su obra, a su alcance y trascendencia.

    Remitiéndonos a la época de antes de Cristo, en la filosofía occidental, se encuentran grandes maestros, cuyo legado sigue vigente a través del tiempo. Se le llamó maestro a Sócrates, —uno de los pilares de la filosofía occidental y universal—, su más reconocido discípulo fue Platón, quien a la vez fue maestro de Aristóteles.
 
    Con relación a la filosofía oriental, destaca la obra de Confucio (551 a. C.–479a.C) importante pensador y educador de China, quien rompió la tradición de que solo las familias ricas podían tener acceso a la educación. 

    Un maestro de maestros, Cristo o Jesús de Nazareno, cuyos escritos y obra lograron la transformación al cristianismo.

    En estos dos mil siglos, son muchas las figuras que han destacado en alguna rama específica, distinguiéndose por trasmitir sus enseñanzas, por ser más diestros en alguna especialidad, convirtiéndose de esta manera,  en constructores de andamios que ayudan al aprendiz, a la adquisición del aprendizaje.

    La educación ha transitado por un camino escabroso y de difícil acceso, basta remitir el pensamiento al tiempo del obscurantismo, donde se debió vencer el dogma, hasta dar cabida  al renacimiento y posteriormente a la época de la ilustración, floreciendo la ciencia que dio paso a grandes descubrimientos, encabezados por científicos, que debieron enseñar y convencer de la fuerza y contundencia de sus hallazgos científicos. 

    Dentro de las teorías de género, puede visualizarse la predominancia del androcentrismo, los estereotipos y roles asignados, así como las brechas de desigualdad de acceso al conocimiento, por sexo, raza, clase social, entre otras. Destacando a grandes luchadoras sociales, quienes adoptaron el papel de maestras para instruir y enseñar a utilizar los lentes de género, sorteando con muchas dificultades ese avance en equidad e igualdad.

    Ser maestro hoy en día, conlleva una alta responsabilidad,   porque al convertirse  en formador de seres humanos, se debe poseer la didáctica necesaria para conjugar la ciencia y el arte de enseñar, la pedagogía que responda a las necesidades  y tiempos del aprendiz, los conocimientos de planes y contenidos, además de responder a los cambios trascendentales y vertiginosos que acontecen en la actualidad. Se debe tener una formación continua en las ciencias de la educación, en el uso de las tecnologías, en la educación socioemocional, con una amplia visión del pasado, para conjugarlo con el presente y futuro de sus alumnos. 

    La conmemoración de este día fue establecida por Venustiano Carranza en 1917, celebrándose,  por vez primera, el 15 de mayo de 1918.

    Vayan estas letras para enaltecer su Ser y Hacer, para reconocer el papel preponderante que  se ejerce en la sociedad y sobre todo, por la huella dejada en cada generación y alumno que transita por sus aulas.
Hago referencia a la frase de Henry Brooks: “El maestro trabaja por la eternidad, nunca sabe hasta dónde acaba su influencia”.

                                                     Maestra Cuquis Sandoval Olivas


2 comentarios:

  1. Muy interesante punto, respecto a la atareada vida del maestro, y la referencia absoluta de Jesús, como El Gran Maestro, Maestro de Maestros. Saludos, Cuquis. Muchas bendiciones a tus Letras, que son del corazón.

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