Ferias regionales
Balleza, Chihuahua se
encuentra en pleno auge de su feria anual; la génesis de esta festividad tiene
un trasfondo religioso, ya que se celebra el santo patrono de la comunidad, “San
Pablo”, quien ese día tuvo su conversión a la fe católica, encuentro que le
llevó a obtener el bautizo y seguimiento fiel al mecías; a él se le atribuye la
mayor parte de la autoría de los libros que componen el Nuevo Testamento. Por
tal motivo, la iglesia de la comunidad se viste de gala al efectuar la santa
misa, brindando los sacramentos del bautismo, confirmación y comunión.
Las ferias son parte
importante de la cultura de una comunidad, como ya se especificó en el párrafo
anterior, es la religión la cuna principal de estas festividades, donde devoción y diversión se entrecruzan y
retroalimentan con el jolgorio que le agregan los eventos lúdicos y tradicionales,
como: jaripeos, peleas de gallos, carreras de caballos, cabalgatas, baile,
juegos mecánicos, músicos de viento que agregan notas armónicas al ambiente
festivo; puestos temporales que ofrecen
diversos productos que van desde utensilios para el hogar, ropa,
juguetes, platillos y bebidas a la venta; sus pasillos se convierten en
escaparate ideal para el encuentro de los enamorados, el reencuentro de
personas conocidas que emigraron a otros lugares y regresan con el corazón colmado
de ensoñación y remembranzas, volviendo a teñir los recuerdos con los colores
de la memoria y la fragancia de las personas
que en algún momento les acompañaron en esa celebración.
La feria permite exaltar la
adrenalina de sus participantes, ya sea apostador, corredor, o que participa directamente
en alguna de las actividades agendadas, del niño que descubre la emoción de un
juego mecánico, el regocijo de tener como invitado especial a uno o más grupos
artísticos, que aún y cuando no se tenga acceso directo al evento, se pueden
escuchar sus interpretaciones, proporcionando alegría y bienestar a cuerpo,
mente y alma.
Para sustentar esta parte, me
permito citar al famoso escritor mexicano Carlos Fuentes: "Hay cosas que sentimos en la piel, otras que vemos con
los ojos, otras que nomás nos laten en el corazón".
Algunas de las viviendas del
pueblo que por años han permanecido cerradas, estos días vuelven a tener luz,
calor, movimiento y energía. A pesar de las adversidades y pérdidas de seres
queridos que ha traído consigo la pandemia actual, se esconde el miedo y
angustia para dar paso a las sonrisas y esperanzas de volver a la normalidad
conocida.
Hay cambios de escenarios, de
personajes que auspician y concurren, pero la dinámica e interacción existente
va tejiendo lazos del pasado con el presente; reforzando la identidad personal
y comunitaria, la interpretación, colorido y riqueza simbólica de estos eventos,
así como el reconocimiento a ese patrimonio cultural que se va conformando y
transformando con muestras representativas que fungen como referentes de una
comunidad.
Las redes sociales se han
convertido en parte medular de la sociedad actual, quienes no acudimos a un
evento, podemos recrearlo a través de la magia del video y la fotografía, del
relato, de la llamada telefónica, de la descripción anecdótica y detallada que
permite reconocer los momentos actuales, encontrando semejanzas y significados
con los que tuvimos la suerte de experimentar y vivir.
Las ceremonias y fiestas,
rituales son parte inherente de cada rincón de México, de su historia, su gente
y su patrimonio cultural, con luces y música a su alrededor, como testimonio de
un país que resurge ante las adversidades.
Maestra Cuquis Sandoval Olivas
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