Reconocer
es sinónimo de distinción
«La literatura es una educación de los sentidos,
una indispensable escuela de la inteligencia y la sensibilidad… “Carlos Fuentes
Ser editorialista es un acto que entraña una gran
responsabilidad social, implica reflexionar sobre el tema o persona a tratar, a
fin de brindar la información más precisa y congruente que permita al lector
trasladarse por medio de las letras, para conocer los personajes y eventos
descritos y detallados en unas cuantas líneas.
En esta ocasión, hago referencia sobre una mujer multifacética:
profesora, conferencista, consejera, gestora de proyectos, cantante, empresaria
y escritora: María Guadalupe González Ávila.
Son muchos los atributos y valores personales que ha
desarrollado a través del tiempo y que la caracterizan como una persona
exitosa, quien se ha preocupado primeramente por aprender, para luego enseñar,
compartir y difundir cultura en la comunidad.
Me congratulo de conocerle tener una relación de amistad y
compañerismo de trabajo, emprendimos algunos proyectos que fueron cobijados por
el entusiasmo, entrega y dedicación que le caracterizan. Su formación académica
data del Instituto Tecnológico de Parral donde obtiene el título de ingeniero
electromecánico, grado que le permite el acceso como docente de Tecnología en
la Escuela Secundaria Técnica No. 70 de hidalgo del Parral, Chihuahua; posteriormente adquiere el grado de Master en
el cuidado y gestión del Medio Ambiente.
Conocimientos y experiencias que lleva a la práctica inmediata, destacando por
su labor incansable en pro de la ecología.
Su faceta como escritora inicia precisamente en este ramo con
“Cuentos ecológicos”, donde aborda
de manera didáctica temas trascendentales sobre el cuidado y preservación del
medio ambiente, llevando al umbral de la conciencia individual y colectiva, por
medio de una ficción realista y de unas imágenes magistralmente elaboradas por
su hija Michelle Sánglez.
Dice el poeta y escritor ruso Antón Chejov, que “La brevedad
es hermana del talento”, frase que alude a su segunda creación literaria “La tinaja de las ranas”, donde emerge
su espíritu docente, abordando de forma breve, precisa y contundente, temáticas
actuales como: el acoso escolar, el suicidio, la actuación de los adolescentes
en el entorno escolar y comunitario, la importancia de la vinculación de los
proyectos didácticos con la vida real y el impacto de las palabras y acciones
en la vida de las personas que nos rodean.
Recientemente, incursiona en el género de la novela con “El anillo del diamante rojo”, evocando
lugares que tuvo la suerte de visitar en España, fusionando el devenir del
tiempo a través de la investigación histórica con la creación de personajes y
situaciones reales e imaginarios, que fueron dando forma a esta obra literaria
que alude a contextos pletóricos de supersticiones y hechizos atribuidas al
poder mágico de un anillo.
Escribir implica un alto desarrollo de la imagen mental, que
al ser concebida como recuerdos imaginados o vividos son representados por el
lenguaje, mismo que hace gala de diversos matices y asociaciones que al ser
ligadas con las emociones, conocimientos, experiencias, dedicación y disciplina
llevan a la consecución de metas.
Vaya mi reconocimiento y profunda admiración y respeto para
esta mujer que ha puesto cabeza, corazón y acción en cada proyecto emprendido.
Cuquis Sandoval Olivas
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