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sábado, 10 de agosto de 2019

Talento

Talento

Estoy plenamente convencida que todo lo que hagamos en la vida debe estar pletórico de pasión, para que pueda llenar de satisfacción nuestro ser y hacer. Pasión por vivir, pasión por aprender, compartir y convivir.
Plasmar mis pensamientos en escritos que serán del dominio público es una pasión constante, que me invita a leer, a informarme y buscar los canales más precisos para llegar a la audiencia, con el único fin de crecer como ser humano y aportar constantemente.



Cada vez que abro mi computadora e inicio con una hoja en blanco ante mis ojos, empiezan a conjugarse las 26 letras del alfabeto, a brotar ideas, mismas, que van tomando forma en mi mente en una gran diversidad de temas, que a la vez se van acotando, encerrando en categorías, de esa manera, se delimita el universo y surge el título a abordar; luego llegan las palabras, seguidamente las frases, hasta convertirse finalmente en un texto que busca la ilación, articulaculación y coherencia necesaria para tender un puente empático con el lector.
Otro de los factores detonantes del tema a abordar se basa en la observación de los hechos cotidianos; recientemente mi atención se enfocó en mi nieto mayor “Edgar Joahan Pérez Galarza” joven de 17 años, quien a pesar de haber crecido en un ambiente familiar rodeado de músicos empíricos, nunca mostró abiertamente talento para la ejecución musical o interpretación vocal. En días pasados nos deja gratamente sorprendidos por el hecho de su decisión de tomar la guitarra y empezar a pulsarla y entonar melodías; primeramente en voz apenas audible y ganando confianza conforme iba dominando el instrumento; buscó a otros jóvenes que comparten su incipiente pasión por la música y rápidamente incursionaron en distintos eventos sociales como una agrupación juvenil.
Esa situación me centra en el tema especial de este artículo y abre una serie de interrogantes: ¿El talento se desarrolla o es algo natural en la persona?
Buscando respuestas fundamentadas, encuentro al conferencista y escritor mexicano Miguel Ángel Cornejo (1946-2015) quien en uno de sus múltiples audios, dice que es por medio del cuestionamiento como podemos labrar el camino del conocimiento, ya que las preguntas son las principales detonantes de la reflexión. Cornejo asevera que el talento es natural, que la persona lo trae de nacimiento como un regalo o don, que dificilmente se va a encontrar una similitud de individuos que tengan exactamente la combinación de los cinco talentos naturales con los que nacemos; éstos son intuitivos o inconscientes y los aplicamos para establecer relaciones con los demás; de tal forma que todos llegamos al mundo con las mismas posiilidades pero no con las mismas oportunidades; contradiciendo con esta aseveración, que somos arquitectos de nuestro propio destino, pero aseverando que si podemos hacer arquitectura con nuestro porvenir.
Esto significa, que debemos encontrar esos taletos natos que poseemos y apender a detectarlos y potenciarlos en las personas que nos rodean; conceptualizando el talento, como el hacer algo mejor que los demás. De acuerdo al diccionario RAE la palabra talento proviene del griego “tálanton”, que tiene relación con el plato de la balanza que involucra su peso. Definida como la capacidad especial ya sea intelectual o aptitudinal que una persona tiene para aprender las cosas o desarrollar una actividad con facilidad.
Una lección invaluable que aprendí al leer el libro de “Cuestionario de fortalezas”, utilizados en los estudios de investigación de “Gallup” es que debemos de aprender a enfocar y desarrollar las nuestras, sumando conocimientos y habilidades a los talentos que ya poseemos; en vez de tratar de remediar o subsanar nuestras debilidades; ya que al hacer lo que nos gusta estaremos motivados por seguir aprendiendo y eso es fundamental para trascender en cualquier actividad que emprendamos; entendiendo que las cosas buenas de la vida se sazonan con requiere dedicación, práctica, horas de estudio, enfoque, perseverancia, constancia y mucha pasión.
Los seres humanos estamos dotados de de una esencia infinita, poseemos el privilegio de romper paradigmas, de crecer y aprender continuamente; basta mirar la evolución y la historia para reconocer la magnificencia de nuestro paso por este mundo.
Finalmente cabe mencionar, que todas las personas debemos buscar la realización en lo que somos y en lo que hacemos, esto significa alcanzar la plenitud con la realidad que poseemos; no por ello dejando de soñar, de brillar, de ser portadores de luz y de esperanza que llevemos el candil de los valores universales en nuestro diario vivir


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